Tras una fuerte presión de Estados Unidos y Costa Rica, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha cedido y ha mostrado públicamente al médico Yerri Gustavo Estrada Ruiz, quien fue secuestrado el pasado 13 de agosto mientras ejercía su profesión en un hospital del país. Las imágenes, difundidas por medios oficialistas, buscaban refutar las denuncias de su desaparición forzada.

El 10 de septiembre, la Oficina de Asuntos para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos se pronunció en la plataforma X sobre el secuestro del doctor Estrada Ruiz, quien también posee nacionalidad costarricense. El comunicado fue contundente, acusando a la dictadura de haber “arrestado, torturado brutalmente y finalmente hecho desaparecer al Dr. Yerri Estrada, un médico entregado, después de una mañana dedicada a proporcionar servicios médicos a una comunidad local”.

Dos días después, el 12 de septiembre, el Sistema Penitenciario Nacional, bajo control del régimen, presentó un “altar” mediático para mostrar al médico. En un video difundido por canales oficialistas, se le ve durante una supuesta visita de su novia, Xóchilt Natalia Castillo Velásquez, el 3 de septiembre. El escenario, meticulosamente montado, es idéntico al que se ha utilizado en el pasado para otras personas presas políticas, como el obispo Rolando Álvarez, con el objetivo de demostrar un supuesto “buen trato” a los reos.

El mismo guion mediático de siempre

«Ana María» es originaria de Chinandega, dijo a Agenda Propia Nicaragua que el modus operandi no es nuevo. “Es el mismo guion que utilizaron con Monseñor Rolando Álvarez. Lo repiten con este pobre muchacho que, confiado, se quedó en Nicaragua, quizá porque nunca creyó que lo pudieran meter preso. Si no me equivoco, es el mismo propagandista el que hace las preguntas”, manifiesta.

Efectivamente, se trata del mismo escenario donde la víctima, en una “prueba de vida”, debe mostrar buenas condiciones físicas y mentales. Juan Cortez, quien trabaja para el aparato de propaganda de la dictadura, es el mismo que formuló las “preguntas cuidadosas” a Monseñor Álvarez. En el video, la seriedad del rostro del Dr. Estrada Ruiz y sus respuestas cortas son notables. En un momento, afirma que ha sido bien tratado “en el aspecto humano”, sin haber recibido “ningún tipo de ofensa ni verbal, ni maltrato físico”.

Ante las imágenes, «Ana María» opina que, “por la presión de las autoridades, es obvio que el muchacho no iba a contestar lo contrario. A nadie van a engañar. ¡Qué cinismo para montar ese teatro! Quieren mostrar un sistema penitenciario humano, pero todos sabemos el trato que reciben los presos políticos. La verdad es que toda esa gente que trabaja para el gobierno son unos mediocres que no tienen criterio propio, porque todo lo que les ordenan lo hacen. Decir que lo hacen por el trabajo es una excusa, porque no tienen sentido de humanismo”.

El subcomisionado Rodrigo García, director del Sistema Penitenciario Nacional, confirmó la versión oficial, asegurando que Estrada Ruiz “está en excelentes condiciones físicas, se garantiza su alimentación, acceso al agua” y atención médica cuando la requiere. Se le garantizó la visita con su pareja el 3 de septiembre por un lazo de dos horas. Recibió su paquetería donde insumos para el uso personal y accesorios que son necesario para su convivencia”. Sin embargo, no dio a conocer el motivo por el cual el médico fue detenido.

Presos políticos sin vida

A pesar de que las autoridades penitenciarias defienden sus condiciones, organizaciones de derechos humanos han confirmado la muerte de presos políticos a quienes se les negó atención médica, como los casos recientes de Mauricio Alonso y Carlos Cárdenas Zepeda. Ambos estaban bajo custodia de la dictadura. Mauricio Alonso, quien fue entregado sin vida a sus familiares el lunes 25 de agosto de 2025, casi una semana antes. Alonso fue capturado la noche del 17 de julio, cuando hombres encapuchados irrumpieron en su vivienda en Jinotepe, Carazo. La redada, que tuvo lugar en el marco de las detenciones masivas previas a la conmemoración del 19 de julio, se llevó a Alonso junto a su esposa e hijos, en una muestra de la crueldad del aparato represor.

Por otro lado, la muerte en prisión del preso político Carlos Cárdenas Zepeda, entregado sin vida a sus familiares el pasado 29 de agosto, es el sexto caso de fallecimiento bajo custodia del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Su muerte, la segunda de un opositor en menos de una semana, expone la situación de vulnerabilidad y maltrato que enfrentan los reos políticos en las cárceles nicaragüenses.

Cárdenas Zepeda fue reportado como fallecido por las autoridades del Sistema Penitenciario Nacional apenas 15 días después de su detención. Jurista de profesión, había trabajado en la Contraloría General de la República hasta 2016 y fue convocado en 2018 por la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para ofrecer su apoyo técnico durante el Diálogo Nacional, un rol que lo puso en la mira del régimen. Su persecución no era reciente; ya había sido encarcelado en agosto de 2018, luego de ser secuestrado por paramilitares en su vivienda en Managua.

Ambos fallecimientos, ocurridos en un corto periodo, han provocado una ola de indignación y han renovado las denuncias de organizaciones de derechos humanos sobre las condiciones de los reos de conciencia en el país, donde la falta de atención médica, la tortura y los tratos inhumanos se han convertido en una política de Estado. Asimismo, sigue en condición de desaparición el periodista Leo Cárcamo Herrera, detenido desde noviembre de 2024.

Otros presos políticos sin aparecer

Foto cortesía: Luis Francisco Ortiz Calero

Otro secuestro reciente por parte de la dictadura es el de Luis Francisco Ortiz Calero, de 29 años, casado y padre de una niña. Fue capturado por segunda vez el 13 de agosto de 2025 en La Concepción, Masaya. La primera vez fue secuestrado en octubre de 2018 y liberado en junio de 2019 bajo la Ley de Amnistía de Ortega y Murillo.

Francisco Ortiz, padre de la víctima, ha denunciado el secuestro de su hijo de forma permanente: “33 días hoy injustamente desaparecido. ¿Dónde estás, hijo? Quisiera saber dónde estás. Me haces mucha falta. Te preocupabas por mi enfermedad, te preocupabas por mí, pero ya es Dios con un propósito que ha hecho de que el sacrificio que estás haciendo, porque yo me iba para Nicaragua, iba a caer preso e iba a morir de depresión”.

Foto portada: Canal 4 Nicaragua