En su búsqueda de respaldo político y económico, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo han diversificado sus alianzas hacia otros regímenes autocráticos en Medio y Lejano Oriente, además de África. Esta estrategia se enfoca en asegurar apoyos que no impongan condiciones relacionadas con reformas democráticas o el respeto a derechos humanos. Estas nuevas alianzas incluyen a Irán, Corea del Norte, Afganistán, Angola, Etiopía, Sudáfrica, Bielorrusia, Osetia, Abjasia y otros territorios euroasiáticos ocupados por Rusia, según se detalla en el informe del Centros de Estudios Transdiciplinarios, CETCAM, Entre el aislamiento y la alineación autoritaria: Transformaciones de la política exterior en Nicaragua. 2007-2025.

Irán: Alianza retórica y cooperación judicial represiva

La alianza con la República Islámica de Irán es uno de los vínculos más fuertes que la dictadura Ortega-Murillo ha cultivado con un régimen autocrático. Esta relación se cimienta en una compartida retórica antimperialista y la oposición común al orden internacional liberal hegemonizado por Estados Unidos. Aunque entre 2007 y 2012 se firmaron distintos memorandos de entendimiento para proyectos concretos (como la construcción de viviendas, tractores y plantas procesadoras de leche), el informe del CETCAM señala que nunca se cumplieron. En la actualidad, el intercambio comercial entre Nicaragua e Irán es ínfimo, no superando los 200 mil dólares, lo cual confirma que el principal interés de esta coalición no es lo económico.

El carácter político e ideológico de la relación se hizo evidente en 2023 con la firma de tres acuerdos, siendo el más relevante el suscrito entre la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua y el Ministerio de Justicia de Irán. El CETCAM lo interpreta como un «intercambio de saberes represivos». Dado que ambos regímenes son señalados de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, represión de la disidencia y falta de independencia judicial; el objetivo es compartir técnicas de control judicial, marcos normativos restrictivos y uso de las leyes como arma contra la oposición.

Tras modificar la Constitución Política y eliminar la independencia de los poderes estatales, subordinándolos a la presidencia, la dictadura Ortega-Murillo busca un aparato legal más eficiente para sostener su modelo autoritario.

El centro de investigación advierte que el alineamiento con Irán implica riesgos geopolíticos significativos. En la medida que escalen las tensiones entre Irán, Estados Unidos e Israel, Nicaragua podría verse obligada a tomar posiciones que comprometan su seguridad nacional o sus relaciones regionales, lo que podría resultar en sanciones adicionales, aislamiento diplomático y afectaciones económicas,.

Corea del Norte: similitudes represivas y gesto diplomático

En la misma línea de alineamientos estratégicos, Nicaragua restableció vínculos con Corea del Norte. Si bien ambos países mantenían relaciones diplomáticas en los años 80, Managua reabrió su embajada en Pyongyang en 2024. El CETCAM menciona que este acto no fue meramente ceremonial, sino parte de una estrategia diplomática para proyectar una imagen de legitimidad internacional y demostrar que el régimen no está aislado.

El posicionamiento con Corea del Norte, un país que apoya militarmente a Rusia en Ucrania, ubica a Nicaragua en el bloque que confronta el orden internacional liberal. Una investigación especializada realizada por un grupo parlamentario británico, citada en las fuentes del CETCAM, reveló que la represión y violencia estatal en Nicaragua alcanzan un nivel altísimo, similar a los existentes en Corea del Norte. Esta relación, aunque en su fase actual no ha implicado acuerdos concretos, es un gesto clave para el régimen Ortega-Murillo.

El servicio exterior clientelar en África y Asia

Otra línea de vínculos exteriores es el establecimiento de numerosas embajadas en África y Asia. Una investigación periodística citada por el CETCAM reveló que Nicaragua tiene 16 embajadas activas en África (aunque declara tener relaciones diplomáticas con 54 países) y solo presencia en nueve países asiáticos (de 43 con los que tiene relaciones). La instalación de doce nuevas representaciones diplomáticas en 2024 en países como Burkina Faso, Zimbabue, Ghana y Etiopía, no obedece a una lógica consular (baja población nicaragüense) ni comercial, ya que no existen flujos significativos de exportación o importación con la mayoría de estos países.

El informe del CETCAM concluye que el objetivo principal de esta expansión es político y clientelar. El análisis del perfil de los embajadores nombrados en África resalta que ninguno posee experiencia diplomática previa, todos son dirigentes leales premiados por el régimen. Figuras como Chang Cash, exdirigente de la Juventud Sandinista (estructura señalada como parte del aparato represivo), o Luis Andino, exlíder de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), ostentan múltiples acreditaciones en estas embajadas. Estos nombramientos confirman que el servicio exterior se ha subordinado a las lógicas clientelares del régimen, donde la fidelidad partidaria ha reemplazado al mérito diplomático.

Imagen portada: creada con IA