Dictadura Ortega-Murillo condena en juicio político a Obispo Rolando Álvarez

Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, ha sido declarado “traidor a la patria” y despojado de la nacionalidad de nicaragüense, mediante una sentencia judicial dictada por Juzgado Segundo Distrito Penal de Juicio de Managua, que leyó a través de medios oficialistas el magistrado orteguista Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM).

La sentencia política consiste en 26 años y cuatro meses de prisión y la inhabilitación a ejercer un cargo público, la misma que fue aplicada a los presos políticos excarcelados y expulsados a Estados Unidos este jueves 9 de febrero.

La justicia de la dictadura orteguista señala al obispo de cometer actos supuestos actos que “menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo, por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”.

La noche de este jueves, el dictador Daniel Ortega confesó en cadena nacional que mandó a monseñor Álvarez a la cárcel Modelo como una forma de castigarlo porque se negó a irse del país.

Estos viernes familiares del obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador de Estelí, le buscaron en el Chipote y el sistema penitenciario de La Modelo en Tipitapa, pero se encontraron con cero informaciones sobre el paradero del prelado.

“Estamos en un limbo con monseñor, en una incertidumbre horrible. En la Modelo, hoy hicieron esperar dos horas, tomaron los datos y luego dijeron a los familiares que no les podían dar información, que fueran a buscar información al poder judicial, que ahí les informarían. Entonces, no hay información en ningún lado” dijo una fuente familiar a Agenda Propia.

Rolando Álvarez, de 56 años, es el primer obispo arrestado y acusado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007, hasta el cierre de esta nota la Conferencia Episcopal guarda un silencio rotundo, sin haber un comunicado oficial.

El obispo fue secuestrado la madrugada del 19 de agosto pasado por Policía de un palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días confinados.