Cada mañana, decenas de niños con limpiadores en mano, botellas de agua y bolsas con frutas se apostan en las principales avenidas de Managua para vender sus productos y obtener algo de ganancias que generen ingresos para su familia. Esta situación afecta el aprendizaje escolar, la salud, autoestima, los sueños y hasta el desarrollo social de la niñez.