El escultor y maestro Pedro Pablo Vargas, de vicealcalde pasó a alcalde de la ciudad de Granada, cargo en el que duró meses. El pasado nueve de marzo entregó oficialmente la alcaldía. En los pasillos de la municipalidad pocas personas hablan del tema y las que se atreven dicen que fue “supuestamente por decisión propia”, motivado por supuestos “problemas de salud”.
Agenda Propia conversó con un concejal del FSLN en Granada, quien bajo condición de anonimato dijo que la renuncia de Pablo Vargas se debe a una “disputa interna con José Ramón Álvarez Plata, Auxiliadora Martínez, Martha Beatriz Alemán, secretaria política municipal y la vicealcaldesa Rosario Caldera”.
En Nicaragua el régimen Ortega-Murillo ha eliminado la autonomía municipal, el poder local está concentrado en los zonales del FSLN en cada municipio, quienes actúan como autoridades de facto.
“Lo que ocurre en Granada, ya pasó en el municipio de La Dalia” dijo el concejal orteguista, aduciendo que “eso pasa porque no asumen las tareas políticas que el partido orienta”, el concejal se refiere a Jaime Aráuz Centeno, alcalde del municipio de La Dalia, en Matagalpa, durante cinco períodos consecutivos.
Al igual que el edil del municipio de La Dalia, el alcalde Granada dijo que tenía “complicaciones en su salud que venía presentando desde el 2013”, solo que Jaime Araúz duró ocho días después de ser juramentado en el cargo.
“Pedrito Vargas” como se le dice popularmente en Granada “no logró soportar el gas de un gobierno al estilo “pata de gallina”, que es el sometimiento y la obediencia a lo que apruebe o no el INIFOM y el partido rojo y negro, dijo una funcionaria de la Alcaldía de Granada.
En la Alcaldía de Granada se ha visto cambios de autoridades municipales de forma inesperada, previo a las votaciones de 2022 la dictadura informó del “retiro” de la alcaldesa Julia Mena Rivera, quien, sin mayor explicación, dejó el cargo, y hasta ahora nadie sabe a ciencia cierta lo que ocurrió.