El presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) Dante Mossi, se dio un lavado de cara ante la opinión pública, este jueves, en el debate que sostuvo con la organización Diálogo Interamericano. En el debate, Mossi, aliado político de la dictadura Ortega-Murillo, se dedicó a explicar las razones del apoyo financiero que dicha institución provee a Nicaragua, mientras la dictadura sigue cometiendo graves violaciones a los derechos humanos de la población.
Mossi dijo que el BCIE no es una institución política y que trabajan con beneficiarios puntuales. “No importa cuáles sean las políticas siempre y cuando los pobres sean quienes reciban esos servicios públicos”, dijo. Agregó que el BCIE no financia la compra de armas, municiones ni “nada que tenga que ver con la guerra”.
Ante la pregunta de las personas panelistas de si el régimen de Nicaragua es dictadura, Mossi sostuvo que calificar “al Gobierno de Nicaragua no es su trabajo, lo único que le importa es que se cumpla con la legalidad. Si ese marco legal dice este país puede recibir el financiamiento, está bien”, indicó.
Por su parte Ryan Berg, director del Programa de las Américas, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, planteó que a Nicaragua le conceden préstamos utilizando el argumento que se cumple con los estándares internacionales. “Yo creo que no estamos en la postura de decir que los préstamos que se le han dado al régimen han mejorado la situación de derechos humanos en este país”, apuntó.
Mossi se defendió de los señalamientos asegurando que “trabajamos para Nicaragua, no para el presidente” y que los préstamos supuestamente son para financiar obras que benefician a la población y en “eso en lo que nos tenemos que enfocar”.
“Hay una decisión política que debe tomarse en el BCIE que incluye a la junta directiva y son los que toman las decisiones acerca de lo que se debe de aprobar o no se debe de aprobar, y ellos deciden si quieren hacer algo o no”, insistió.
El Observatorio Urnas Abiertas expuso en un comunicado que los planteamientos de Mossi “no coinciden con la realidad de Nicaragua” y que los proyectos que financia el organismo para la construcción de carreteras, hospitales, agua, Ortega los utiliza para “propaganda y proselitismo a favor del FSLN”.
“La ciudadanía es la que termina pagando estos proyectos, a través de los impuestos, pero en cada inauguración se agradece ´al comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario Murillo´”, expresó Urnas Abiertas.
También considera que con los proyectos, Ortega paga el “clientelismo y la lealtad” ya que beneficia a “operadores y aliados políticos” al otorgarles contrataciones en procesos irregulares o en competencia desleal con otros proveedores.