Redacción AP
Migueliuth Sandoval, viuda del periodista Ángel Gahona, Nelson Lorío y Carolina Navarrete Sánchez, padres del niño Taylor Lorío exiliados en Estados Unidos, encabezaron este domingo17 de abril la “Marcha de las Cruces” en la que demandaron justicia para los asesinados por el régimen Ortega-Murillo durante las protestas del 2018, el regreso del país a la democracia y la libertad para 181 personas presas políticas.
Los manifestantes se citaron cerca de las 2:00 de la tarde en la 1332 West Flagler Street, frente al consulado nicaraguense en Miami, para conmemorar también los cuatros años de la insurrección de abril que ha puesto en jaque a la dictadura Ortega-Murillo, que se mantiene en el poder por la fuerza.
La demanda de justicia para Nicaragua recorrió dos millas por las calles de Miami y los asistentes denunciaron a medios locales que pese al reclamo de los mismos nicaragüenses y de la comunidad internacional, la pareja que gobierna al país, ignora la solicitud que se investiguen los asesinatos y se castigue a los responsables.
“Gracias a todos por la lucha de Nicaragua, es Nicaragua la que está secuestrada, le están robando sus propiedades, es un honor estar aquí honrando a todos los muertos, es un honor seguir exigiendo justicia por todos los jóvenes y niños asesinados. Les invito a todos a seguir exigiendo la libertad de los presos políticos, se intentó hacer la competencia de unas elecciones porque no queríamos volver a derramar la sangre de los nicaragüenses como en los 80, sigamos desde acá en el exilio” expresó Juan Gabriel Mairena, hermano del líder campesino y preso político Medardo Mairena.
“Justicia, Justicia, Justicia”, “Libertad a los secuestrados políticos”, “De que se van, se van” “sanciones, sanciones”, “Viva Monimbó”, “Viva León”, Viva Matagalpa”, “La patria no se vende, se ama y se defiende” fueron parte de las consignas que gritaban las y los partiicipantes.
Se explicó que denominaron la marcha como la “de las cruces” porque llevarían una cruz por cada asesinado por policías y parapolicías que el régimen Ortega-Murillo armó para atacar a los manifestantes de abril, una acción que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH), dejó 355 muertos y más de mil heridos.