El Día Internacional de la Mujer Indígena es una conmemoración instituida en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, para centrar la atención en las mujeres indígenas, su historia, su situación y sus perspectivas.
La pandemia de COVID-19 exacerbó la brecha de desigualdad que ya existía y atenta gravemente contra la autonomía de las mujeres, especialmente de las indígenas. Las mujeres no son una minoría, sino al menos la mitad de la población, y las mujeres indígenas, en la mayoría de nuestros países no son una minoría, sino que en muchos casos representan también mayorías.
Para entender y abordar eficazmente el contexto actual con claridad, es necesario tener una perspectiva de los impactos de la pandemia en las mujeres desde la interseccionalidad, la interculturalidad y desde un abordaje intergeneracional. Aquí compartimos historias de varias mujeres indígenas de distintos países de la región, para conocer sus luchas.
Las mujeres indígenas siguen enfrentando múltiples tipos de violencias y discriminación que han enfrentado por siglos. Es fundamental que cada Estado ponga en marcha iniciativas en cumplimiento de los compromisos asumidos mediante la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) para incorporar a las mujeres indígenas en los planes de respuesta a la crisis y más allá en las políticas públicas y los esfuerzos de desarrollo sostenible en nuestros países. Es imprescindible garantizar que la legislación y las políticas nacionales y locales promueva la participación efectiva de las mujeres indígenas en la toma de decisiones.