Redacción AP


Más del 81 por ciento de abstención es el resultado de las votaciones este 7 de noviembre en Nicaragua, uno de los más altos que registra el país. La ciudadanía decidió quedarse y resguardarse en sus casas evidenciándose así que el abstencionismo ronda entre el 79% como mínimo y el 84% como máximo, con un promedio nacional del 81.5%, según el segundo informe del Observatorio Urnas Abiertas (UA) que se dedicó al monitoreo del proceso electoral, compuesto por un equipo multidisciplinario. 

 

Los datos hasta a las 4:30 PM de la jornada de votación de 2021,  indican que la banda de participación ciudadana se registra entre un 16%, como mínimo, y 21% como máximo; con un promedio nacional del 18.5% de participación, revela el informe del Observatorio.


A través de redes sociales se pudo observar que las calles en diversos territorios estaban vacías. En los centros de votación cuyos “fiscales” esperaban la asistencia de la población también se pudo observar que la asistencia fue muy poca. Según Urnas Abiertas el número de Centros de Votación reportados son 563 de 3.106 CV lo que equivale a un 18% en 17 departamentos y Regiones Autónomas; 153 municipios y 7 distritos de Managua.


La observación se realizó a través de la línea telefónica de denuncia y más de 1.450 ciudadanos en todo el territorio nacional, cubriendo más de 890 Centros de Votación para reportar anomalía y 563 para el análisis estadístico del porcentaje de participación ciudadana.


En cuanto a las anomalías y la violencia política que se pudieron detectar durante la jornada, la UA señala que en 203 centros de votación se utilizaron vehículos de instituciones estatales y alcaldías municipales para trasladar votantes, activistas u otras actividades partidarias. “Las instituciones que participaron con vehículos para el traslado de votantes son: alcaldías, MEFCCA, MINED, INSS, INATEC, Ministerio de Familia, MINSA, MAGFOR, MTI, Bomberos, Policía Nacional y Ejército de Nicaragua”, indica el reporte.


Asimismo, en 129 centros de votación no se implementaron medidas contra el COVID-19 y recibieron 71 reportes de propaganda al interior de los cv como afiches, banderas y votantes y fiscales ropa con simbología de su partido. La violencia política en el ejercicio del voto estuvo manifestada a través de actos intimidatorios que consistieron en “patrullaje policial, parapolicial, y activistas del partido de gobierno en sus vecindarios, así como la presencia y control del partido sandinista en los centros de votación”.


Los paramilitares ejercieron un rol de control de las personas que asistían a las juntas receptoras de votos manteniendo una actitud intimidatoria contra la ciudadanía, “por lo menos un 81% de las y los observadores in situ de Urnas Abiertas se sintieron amenazados por la presencia paramilitar”. En algunos casos los paramilitares realizaban rondas al interior de los cv para vigilar a las personas que se encontraban adentro.


La organización señala que en Estelí se reportó la presencia de encapuchados pidiendo la cédula de las personas antes de ingresar al cv. Las casas de vigilancia en los alrededores de los cv tenían como objetivo, controlar que los trabajadores del Estado, estudiantes de universidades públicas y simpatizantes del FSLN llegaran a ejercer su voto, en algunos casos pedían que al salir del cv la persona mostrara una foto de la boleta. En otros casos en estas casas de vigilancia tenían un padrón impreso marcando quiénes iban llegando a votar y tomaban fotos de personas no afines al FSLN que entraran a los cv a ejercer su voto.


El proceso de observación ciudadana desarrollado por un equipo multidisciplinario y con el apoyo de cinco organizaciones con presencia en Nicaragua inició desde el análisis del contexto electoral.