Los sacerdotes Ismael Serrano y Jader Hernández se convirtieron el pasado sábado 30 de diciembre, en los dos últimos clérigos secuestrados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Ya van 17 curas desde que iniciaron la última ola de secuestros el pasado 20 de diciembre.
El padre Ismael Serrano es párroco de la iglesia San Miguel Arcángel, en Las Brisas, y el padre Jader Hernández es párroco de la iglesia Madre del Divino Pastor, en Nejapa. Ambos de la Arquidiócesis de Managua.
Según la investigadora Martha Patricia Molina, los dos fueron secuestrados por policías y paramilitares, y, en el caso de Serrano, padece múltiples enfermedades.
«Es un sacerdote demasiado enfermo. Se me hace difícil creer inmensa maldad. Es conocido como el exorcista de la Arquidiócesis (de Managua)», dijo Molina en la red social X, respecto del padre Serrano.
Molina indicó que los familiares de los sacerdotes secuestrados han acudido a la cárcel El Chipote, donde los policías se especializan en torturas y tratos crueles e inhumanos y no han brindado información del estado en el que estos se encuentran.
«Llegan en búsqueda de los presbíteros. La orden que se dio a los guardias es no proporcionar información alguna y remitir a los familiares a otras estaciones policiales. A la mayoría de los sacerdotes se les llevaron sus computadoras y celulares. La mayoría de los sacerdotes padecen enfermedades crónicas y no han aceptado a sus familiares las medicinas», posteó Molina en su cuenta de X.
Martha Patricia Molina también informó, a través de una conferencia de prensa, que feligreses de varias parroquias reportaron que no hubo misas en las mismas en la mañana de este domingo 31 de diciembre.
El vicario de la Familia de la arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio Fonseca, se convirtió en la noche del jueves 29 de diciembre en el onceavo sacerdote secuestrado desde que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo inició una nueva ola de secuestros de religiosos el pasado 20 de diciembre.
Posteriormente, también fue secuestrado el vicario de la Pastoral de la arquidiócesis de Managua y párroco de la iglesia San Francisco de Asís, en Bolonia, monseñor Miguel Mántica, miembro de la familia Mántica dueños del supermercado La Colonia.
Además de la captura de ambos, se conoció de tres secuestros más de sacerdotes, para un total de 15. Los últimos secuestrados son: el padre Mykel Monterrey, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Candelaria; el padre Raúl Zamora, párroco de la Iglesia Divina Misericordia y el padre Gerardo José Rodríguez, párroco de la iglesia Purísima Concepción, en Belmonte. Los tres son de Managua.
Monseñor Fonseca fue capturado por sujetos de civil que llevaban pasamontañas, después de dar misa en su parroquia, la iglesia Santa Faz, en el barrio Costa Rica, informó en la red social X el periodista Emiliano Chamorro, especialista en temas religiosos.
La información fue confirmada por el obispo Silvio Báez, exiliado en Miami, y la investigadora Molina, que ha documentado los abusos del régimen contra la iglesia católica nicaragüense desde 2018.
«Sigue la furia de la criminal dictadura de Ortega desatada contra la Iglesia. Otro querido sacerdote de la Arquidiócesis de Managua ha sido secuestrado hoy: Monseñor Silvio Fonseca. Mi cercanía fraterna y mi oración por él. ¡Libertad para él y para todos los sacerdotes!», escribió Báez en X.
Cerca de las 2:00 de la tarde del jueves 28 de diciembre, pocas horas antes de que fuera secuestrado, monseñor Fonseca dijo al medio de comunicación Nicaragua Investiga que todo estaba bien con él, aunque unos policías estuvieron realizando labores de tránsito cerca de su parroquia.
«Estuvieron una media hora, dicen, los policías, que andaban parando motos, pero yo andaba en un retiro con los muchachos. Y todo tranquilo. Ahí estuvieron instalados, pues, pero por el momento yo estoy bien, por el momento», dijo.
Prometió avisar si veía algo raro, pero ya no se volvió a comunicar.
Monseñor Silvio Fonseca ha sido perseguido por su posición crítica frente a los abusos de la dictadura, que por seis meses le retuvo el pasaporte, pero luego se lo regresó.
La lista
Según la abogada Martha Molina, los sacerdotes secuestrados desde el pasado 20 de diciembre son:
1. Monseñor Isidoro Mora, obispo de Siuna.
2. Monseñor Óscar Escoto, vicario general de la Diócesis de Matagalpa. (En libertad, pero bajo vigilancia policial)
3. Padre Pablo Villafranca, párroco de la iglesia Nuestro Señor de Veracruz, en Nindirí, Masaya.
4. Padre Héctor Treminio, párroco de la iglesia Santo Cristo de Esquipulas.
5. Monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua.
6. Padre Fernando Calero, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en Rancho Grande, Matagalpa.
7. Padre Jader Guido, tercer vicario de la catedral de Matagalpa. (En libertad, pero bajo vigilancia policial)
8. Monseñor Silvio Fonseca, vicario de la Familia en Managua y párroco de la iglesia Santa Faz.
9. Padre Mykel Monterrey, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Candelaria, en Managua.
10. Padre Raúl Zamora, párroco de la iglesia Divina Misericordia, en Managua.
11. Seminarista Alester Sáenz, estudiante del seminario interdiocesano Nuestra Señora de Fátima.
12. Seminarista Tony Palacio, estudiante del seminario interdiocesano Nuestra Señora de Fátima.
13. Monseñor Miguel Mántica, vicario de la Pastoral de la arquidiócesis de Managua y párroco de la iglesia San Francisco de Asís.
14. Marcos Díaz Prado, párroco de la iglesia Santo Tomás Apóstol, en Corinto, Chinandega.
15. Padre Gerardo José Rodríguez, párroco de la iglesia Purísima Concepción, en Belmonte, Managua.
Junto a monseñor Rolando Álvarez, secuestrado desde el 3 de agosto de 2022, son 16 los religiosos católicos en poder de la dictadura.