En Nicaragua, las mañanas frías son cada vez más comunes, mientras que los días soleados parecen extenderse con mayor intensidad. El cambio climático está dejando su huella en el país centroamericano, afectando no solo el clima, sino también la vida de sus habitantes y la biodiversidad de sus ecosistemas.

Marcio Baca, funcionario de la dictadura es el director de Meteorología del Ineter, y explicó a los medios oficialistas que se espera un período de condiciones climáticas estables con temperaturas mínimas que no descenderán drásticamente, cielos con nubosidad en horas de la tarde y noche al inicio de esta semana.

Las mañanas frías, que antes eran más excepcionales, ahora son parte de la rutina diaria en muchas regiones de Nicaragua. Los termómetros descienden más de lo habitual, sorprendiendo a quienes están acostumbrados a un clima más templado. Esta alteración en las temperaturas matutinas puede tener un impacto significativo en la agricultura, particularmente en los cultivos sensibles al frío, como el café y ciertas frutas tropicales.

Por otro lado, los días soleados parecen prolongarse con mayor persistencia. El sol brilla con una intensidad que puede resultar abrasadora, aumentando la sensación de calor y contribuyendo a la evaporación del agua en los cuerpos de agua y en el suelo. Esto puede desencadenar sequías más frecuentes y prolongadas, lo que afecta la disponibilidad de agua para riego y consumo humano.

“Este frente nos trae una estructura lo suficientemente robusta como para hacernos descender las temperaturas mínimas de manera drástica. Por tanto, vamos a tener un poco de nubosidad en horas de la tarde y noche durante este día, lunes y martes, donde ya para el amanecer del miércoles empezaremos a tener la influencia de una alta presión y tendremos desde miércoles hasta el fin de semana bastante despejado”, dijo Baca a los medios de propaganda.

El cambio climático también está ejerciendo presión sobre los ecosistemas de Nicaragua. «Los patrones de lluvia están cambiando, lo que afecta los ciclos de reproducción y migración de muchas especies animales, así como la disponibilidad de recursos naturales. Los hábitats costeros se ven amenazados por el aumento del nivel del mar y la erosión, poniendo en peligro la supervivencia de especies clave, como las tortugas marinas y los manglares» dijo una ambientalista a Agenda Propia bajo condición de anonimato.

Por otro lado, el funcionario Baca dijo que se prevé un aumento gradual de la humedad atmosférica con lluvias aisladas al norte y noreste de Nicaragua, a finales de la semana, lo que podría resultar en la formación de nubes y posibles lluvias dispersas en algunas regiones.

Pese a que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no plantea una política publica de mitigación ante el cambio climático, no ha dado «es crucial que Nicaragua y otros países redoblen sus esfuerzos para mitigar y adaptarse al cambio climático. Se necesitan políticas y acciones que fomenten la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, promuevan la conservación de los recursos naturales y fortalezcan la resiliencia de las comunidades vulnerables» manifestó la ambientalista.

Para ella todo esto sucede por garantizar «la inversión en energías renovables, la reforestación y la gestión sostenible de los recursos naturales son algunas de las medidas que pueden ayudar a enfrentar este desafío global y proteger el futuro de Nicaragua y del planeta en su conjunto», puntualizó.

Mientras el cambio climático avanza, el INETER en Nicaragua sigue pronosticando lluvias que seguramente «van a estar presentes de forma aislada en las regiones norte y al noreste del territorio nacional durante el paso de este frente. Luego, se prevé días bastante soleados, con pocas probabilidades de lluvias y con incrementos de temperaturas máximas» ha dicho el director de la institución a medios de propaganda.