La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo habría desterrado el mediodía de ayer siete de agosto a Roma a un total de siete sacerdotes presos en el seminario lnterdiocesano en Managua, después que a finales de julio fueran secuestrados por la policía orteguista vestida de civil, informó el medio 100% Noticias en su sitio web.
Hasta el momento, ni el régimen sandinista ni la Conferencia Episcopal de Nicaragua ni el Vaticano han informado el paradero de los sacerdotes presos que se presume fueron obligados a subir a un avión con destino a Roma. Los sacerdotes expulsados son: Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velázquez, Víctor Godoy, Harvin Torres, Jairo Pravia y Silvio Romero.
La abogada Martha Patricia Molina, autora de “Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?”, denunció en su cuenta de X (Twitter) que la Policía trasladó esposados a siete sacerdotes que estaban secuestrados en el seminario interdiocesano.
Horas más tarde, 100% Noticias detalló que los curas, a excepción del padre Frutos Valle, Administrador de la diócesis de Estelí, quien fue dejado en el seminario y se desconoce si será liberado o permanecerá detenido.
Tras la ola de arrestos contra los sacerdotes de Estelí y Matagalpa, la Policía no emitió ningún comunicado de su situación, quienes fueron sustraídos de las casas curales mediante allanamientos de policías vestidos de civil.
El clero de la diócesis de Matagalpa queda acéfalo ya que ha sido sometido al destierro por parte de la dictadura. “Los sacerdotes son inocentes. Basta ya de persecución religiosa” manifestó el clérigo Erick Díaz, de la diócesis de Matagalpa y quien se encuentra en el exilio.