Un estudio presentado por la Unidad de Defensa Jurídica (UDJ) este lunes 19 de agosto, revela que hijos e hijas de 36 de los 147 presos políticos en Nicaragua -registrados hasta el 30 de junio de 2024- se encuentran en «extrema vulnerabilidad» porque han sido víctimas de «violencia directa o indirecta» de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

El informe, titulado Lloran todas las noches: El impacto de la prisión política en los hijos e hijas de las personas presas políticas en Nicaragua, advierte que la separación familiar impuesta por la dictadura ha generado graves traumas y secuelas emocionales a niñas y niños.

El documento detalla que la represión también ha provocado aumento de la pobreza, deserción escolar, trabajo infantil, desplazamiento forzado, drogadicción, estigmatización y discriminación en sus entornos comunitarios y educativos.

La UDJ es una organización integrada por abogados que defienden o asesoran a las personas presas políticas y a sus familiares.

«Los resultados de los datos recolectados evidencian la extrema vulnerabilidad en la que se encuentran los niños, niñas y adolescentes con padre o madre privados de libertad por motivos políticos en Nicaragua. Se han encontrado afectaciones en todos los entornos de la vida de los niños y las niñas, ya sea a nivel familiar, psicoemocional, social o económico», aseguran.

Entre los actos de «violencia directa o indirecta» sufridos por los hijos e hijas de las personas presas políticas destacan que:

  • 43.24% presenciaron allanamientos ilegales en sus casas
  • 35.14% presenciaron la detención violenta en contra de sus progenitores y
  • al 18.92% les confiscaron sus bienes, incluyendo su ropa, celulares, juguetes o incluso documentos de control médico.

Asimismo, el estudio de la UDJ evidencia el grave impacto en la salud mental de esa niñez, impulsada por la violencia y la separación familiar producto de la prisión política.

«Se determinó que entre la muestra estudiada hay niños que lloran diariamente por la separación y violencia contra su papá o mamá, algunos han tenido que acudir al psicólogo, e incluso hay niños que han incurrido en la drogadicción o pensamientos suicidas como forma de expresar su sufrimiento», indica el informe, que analizó la situación de 37 de los 69 hijos e hijas de las personas presas políticas.

El estudio también determina que el 56.76% de las niñas y los niños vive en departamentos distintos al lugar de reclusión de su padre por lo que todos han sido sometidos, al menos una vez, a largas horas de espera en el penal antes de permitirles verlos, y el 35.14% han recibido bullying (acoso escolar) en sus escuelas debido a que su padre o madre está detenida por motivos políticos.

El organismo advirtió que las afectaciones identificadas pueden constituir hechos ilícitos a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, ya que vulneran multiplicidad de estos derechos y obligaciones contenidos en tratados ratificados por Nicaragua, como la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Americana de Derechos Humanos.

La UDJ recomendó al Estado de Nicaragua liberar a las personas presas políticas considerando el grave impacto que genera en sus familias, en especial en los casos que tienen hijos e hijas menores de edad.

Mientras no los libere, facilitar el uso de medios telefónicos y de videollamadas para garantizar la comunicación de los padres detenidos con sus hijas e hijos.

Asimismo, cesar todo tipo de violencia o intimidación contra los hijos de opositores detenidos; y garantizar que, mientras no sean liberados, los espacios de visitas sean adecuados para la niñez y duren al menos de tres horas para una mayor recreación e intimidad con sus progenitores.

A la comunidad internacional y a la sociedad civil, le recomendó que exijan al Estado de Nicaragua la liberación de los presos políticos, en especial en los casos que tienen hijos.

Puedes descargar el informe completo