Salomón Manzanares

Superados los roces diplomáticos entre ambos países, la mañana del martes 28, un avión de la Fuerza Aeroespacial de Colombia aterrizó en el aeropuerto El Dorado con 110 deportados desde USA, entre ellos 21 menores de edad.

Luego de un domingo lleno de tensiones diplomáticas y amenazas económicas entre Colombia y Estados Unidos, en un comunicado emitido la misma noche del 26 de enero, la Cancillería, indicó que “el Gobierno de Colombia informa que hemos superado el impase con el Gobierno de los Estados Unidos”. El canciller Luis Gilberto Murillo y el embajador Daniel García-Peña, serían los funcionarios encargados de viajar a Washington, D.C., para sostener reuniones de alto nivel con sus pares estadounidenses y traer de vuelta a los colombianos que fueron objeto de repatriación, pero también de controversia entre estos dos países.

El presidente colombiano, Gustavo Petro además de mostrar fotografías en el interior de la aeronave, señaló en su cuenta X, que “vienen nuestros connacionales desde EEUU libres, dignos, sin estar esposados. Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre», publicó.

Uno de los repatriados comentó al bajar del avión, que les “trataron como personas. Desde que subimos al avión nos dijeron, están en su casa… lo más humillante fue andar esposado. Nos esposaron desde los pies, los tobillos, las caderas. Nos trataban como criminales. Hubo hijos que vieron a sus mamás, encadenadas, como si fueran criminales, cuando realmente eran personas que buscaban lo mejor para su familia”, comentó.

El presidente Petro, se negó a recibir el domingo 26 de enero dos vuelos de aviones militares con migrantes, bajo el argumento que no era tratados bajo los protocolos para el respeto de los derechos humanos, los cuales se estaban ejecutando desde la administración del presidente John Biden.

Mientras tanto, el presidente Trump en su primera semana de mandato presidencial, envió aviones fletados con migrantes a Brasil, Guatemala, Honduras y México. Sin embargo, los mandatarios de esos países han establecidos rechazos y en otros, planes de contingencias para la recepción e inserción en la sociedad de sus connacionales.

La portavoz de la Casa Blanca Karoline Leavitt anunció por medio de canales oficiales, las conversaciones con el presidente Nayib Bukele de El Salvador. Tal pareciera que habrá colaboración entre ambas naciones. CBS News, informó que “se supo que la administración Trump está desarrollando un acuerdo que permitirá a EE.UU. deportar a El Salvador a migrantes que no sean nacionales de ese país centroamericano, según dijeron a dos fuentes familiarizadas con las deliberaciones internas. El acuerdo, conocido como Tercer país seguro, permitiría deportar a estas personas desde EE.UU. hacia El Salvador, donde podrían solicitar asilo”.

El portavoz de la Organización de la Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, dijo en conferencia de prensa que dadas las maneras de deportaciones de migrantes esposados y encadenados a diversos países, señaló que «éstos y los solicitantes de asilo deben ser respetada su dignidad y sus derechos…hay estándares que deben respetarse”. Añadió que “los Estados tienen derecho a proteger sus fronteras y establecer sus políticas”, dijo la agencia EFE.

Foto portada: The Associate Press

Migrantes colombianos deportados de Estados Unidos esperan en el aeropuerto El Dorado en Bogotá, el martes 28 de enero.