Redacción Central

“Soy un obispo para la Iglesia Universal, es decir fui ordenado Obispo para Matagalpa, soy cabeza visible para Matagalpa y Administrador Apostólico para Estelí y lo seguiré siendo hasta que Dios quiera”, ese es el mensaje que Monseñor Rolando Álvarez, Obispo, excarcelado político y desterrado de Nicaragua por la dictadura Ortega Murillo, dio al canal católico EWTN.

Las declaraciones han «enfurecido” a la pareja dictatorial cuya repuesta, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, publicada este 9 de febrero, en el pronunciamiento Luz y Verdad, dejan claro que está “arrecha”, sobre todo porque Monseñor Álvarez enfatiza como es “cabeza visible” en su cargo en las Diócesis de Estelí y Matagalpa, aunque vive en el Vaticano.

En el comunicado se refieren a la Constitución de Nicaragua aprobada en 1893, misma que ha sido violentada y reformada este año a conveniencia de los intereses de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En la misiva no mencionan el nombre de los protagonistas. “Las Declaraciones citadas, son irresponsables e irrespetuosas y violentan las máximas Leyes y Normas que rigen la Vida Independiente de nuestra Nicaragua Bendita. Además, sin ninguna autoridad política supranacional, el Estado Vaticano pretende disponer sobre Cargos y Poderes que otorgan, en Nicaragua, a personas que dejaron de ser nicaragüenses, por conductas impropias e intolerables de promoción de crímenes, políticamente instigados, así como constantes llamados a romper la Paz, con todo tipo de violencia, falsedades y planificadas calumnias, infringiendo angustias, sufrimiento y dolor, a las familias de nuestro País”.

La dictadura se hace la desentendida, pues sobre sus miembros pesan acusaciones de crímenes de lesa humanidad y orden de captura internacional.

El llamado principal es que Monseñor Álvarez no puede ostentar un cargo asignado por el Estado del Vaticano puesto que éste fue desnacionalizado en enero de 2024, por ello señalan que “las citadas conductas, inadmisibles y anti-Cristianas, han merecido, y merecen, la condena de las Familias nicaragüenses y nada autoriza al Estado Vaticano, que debe regirse por las Normas del Derecho Internacional, y el respeto a los Gobiernos e Instituciones Nacionales, a otorgar Nombramientos de cualquier tipo, en el Territorio Soberano y Digno de nuestra Nicaragua”.

Cabe destacar que en el país se han prohibido celebrar actividades religiosas por órdenes directas de la copresidenta. “Desde la Fe que nos caracteriza y mueve, nuestra más enérgica protesta por la promoción de Personas apátridas, destructivas, ambiciosas e irredentas, y la pretendida imposición de tales Personajes deleznables, como Autoridades que nadie reconoce o reconocerá”, así se lee en el pronunciamiento que ha develado que Rosario Murillo es públicamente la perseguidora de la Iglesia Católica y otros religiosos, expulsando al exilio a decenas de sacerdotes, cierre de organizaciones humanitarias, confiscaciones de bienes y convirtiendo en apátridas a miles de nicaragüenses por manifestar su descontento por la dirección de la dictadura.

Entre otros epítetos y acusaciones apuntan que el Estado Vaticano es “depravado, pedófilo”, agregando otros que caben en su álbum recopilatorio.

Daniel Ortega ha sido acusado por violación por haber abusado sexualmente Zoilamérica Narváez Murillo – hija de Rosario Murillo – en 1998, sin embargo, el juicio no progresó ya que Murillo apoyó a Ortega y la jueza Juana Méndez, y magistrada recientemente despedida de la Corte Suprema de Justicia, le absolvió de los cargos.

Ortega y Murillo quienes ostentan la copresidencia de Nicaragua, aseguran enfáticamente que “sepan, señores, que sus inmorales adefesios y esperpentos, disfrazados de Pastores, aquí Ni Volverán, Ni Pasarán!