Cinco ministros presentaron este miércoles su renuncia al presidente argentino Alberto Fernández, quien aún debe decidir si las acepta, tras la inesperada derrota electoral sufrida por el oficialismo hace tres días en primarias legislativas, que derivó en una crisis política dentro de su alianza de centro-izquierda.
El Ministro del Interior, Wado de Pedro, fue el primero en ofrecer su renuncia. Poco después le siguieron los titulares de las carteras de Justicia, Martín Soria; de Ciencia, Roberto Salvarezza; de Ambiente, Juan Cabandié; y de Cultura, Tristán Bauer, considerados como cercanos a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
El mandatario, reunido en la sede del gobierno con los funcionarios de su mayor confianza, aún no anuncia su decisión.
«Escuchando sus palabras del domingo por la noche donde planteó la necesidad de interpretar el veredicto que ha expresado el pueblo argentino, he considerado que la mejor manera de colaborar con esa tarea es poniendo mi renuncia a su disposición», escribió De Pedro en la carta que presentó a Fernández.
El domingo, en primarias para elegir a los candidatos a las legislativas de medio término, la coalición gobernante Frente de Todos (peronismo de centro-izquierda) obtuvo menos de 31% de los votos a nivel nacional, revelando un rechazo del electorado mucho más amplio de lo que imaginaron dirigentes políticos y encuestadores.
La coalición de centro-derecha Juntos, del expresidente Mauricio Macri (2015-2019), obtuvo 40% de los sufragios a nivel nacional y le sacó una ventaja de cinco puntos al oficialismo en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista y donde también pusieron a disposición su renuncia los ministros del gobernador Axel Kiciloff.
Al ser de voto obligatorio, las primarias se convierten en una suerte de encuesta a escala real. En este caso, el resultado hace temer al gobierno por su mayoría en el Senado y aleja la posibilidad de lograrla en la Cámara de Diputados cuando el 14 de noviembre se celebren los comicios para la renovación parcial del Congreso.
Pobreza y FMI
Fernández, sin una fuerza política propia, asumió en diciembre de 2019 en una fórmula que impulsó la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015), ahora vicepresidenta.
En su mandato a Fernández le ha tocado enfrentar tanto la pandemia del Covid-19 como la profundización de la crisis económica que tiene a casi la mitad de la población en la pobreza.
Con la popularidad a la baja, en el último año Kirchner ha criticado la gestión de Fernández, dejando aflorar diferencias internas y llegando incluso a referirse a «funcionarios que no funcionan».
Argentina acumula hasta agosto una inflación de más de 30%, entre las más altas del mundo, y un índice de pobreza de 42%, en medio de una recesión que se prolonga desde 2018.
El gobierno debe además negociar con el Fondo Monetario Internacional un acuerdo de facilidades extendidas que reemplace el stand-by suscrito en 2018 durante el gobierno de Macri y por el cual debe 44,000 millones de dólares.
Este mismo miércoles, horas antes de la crisis en su gabinete, Fernández aludió a esa negociación y dijo que es necesario «llevarla adelante, conseguirla y lograrla».
«Si tuviéramos que hacer frente al pago de 19,000 millones de dólares (a partir de 2022) las condiciones serían distintas, no sólo las condiciones de inversiones de los empresarios sino en las posibilidades del Estado para promover el desarrollo que queremos», dijo al referirse al proyecto de presupuesto del año próximo.
Hasta ahora, la negociación con el FMI, que divide a la coalición gobernante, ha sido aplazada, también para evitar que eventuales medidas de ajuste acordadas con el Fondo impacten la elección parlamentaria de medio término.
Una foto en compañía de los titulares de Economía, Martín Guzmán, y de Producción, Matías Kulfas, entre los más cuestionados por Kirchner, fue publicada sin comentarios por el presidente en su cuenta Twitter después de recibir los ofrecimientos de renuncia de sus otros ministros. Entrada la noche, trascendió una llamada telefónica de Kirchner a Guzmán para decirle que no objeta su permanencia en el gobierno.
En tanto, en el Congreso mantuvieron un encuentro el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, de la confianza del presidente, y Máximo Kirchner, jefe de la bancada oficialista en Diputados e hijo de la vicepresidenta.
Fieles de Fernández, los ministros de Seguridad, Sabina Frederic, y del Trabajo, Claudio Moroni, expresaron en Twitter su apoyo «total e incondicional» al presidente.
Con información de AFP y El Economista