Salomón Manzanares Calero
El 8 de octubre del 1998 una onda tropical se formó al sur de África occidental, misma que se dirigió hacia Centroamérica a través del Océano Atlántico, en contra de todos los pronósticos respecto a su trayectoria. Ese fenómeno asumía el nombre de Huracán Mitch, el cual se estacionó en Nicaragua y Honduras, entre el 28 y 31 de octubre de ese año, causando aproximadamente 11 mil muertos, 7.5 billones de dólares en pérdidas económicas, según la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos.
Durante la lluviosa tarde de ese 30 de octubre de 1998, mientras las familias se resguardaban en sus hogares en las comunidades rurales del municipio de Posoltega, Departamento de Chinandega, a 120 kilómetros al noroeste de Managua, un aluvión del Volcán Casita sepultaba caseríos enteros. No se tiene cantidad exacta del número de fallecidos, pero se calcula que sean más de 2,000 personas fallecieron en la zona. Cientos de personas de distintas edades quedaron en el desamparo, ubicándose en lugares aledaños para continuar con su vida cotidiana con recursos que determinadas personas le facilitaban.
La noticia de los estragos recorrió el mundo. Las imágenes de esa tragedia transmitidas por los medios de comunicación conmovieron a la comunidad internacional para ayudar a las víctimas. En California, Estados Unidos, se conocía el daño ocasionado por el Huracán Mitch. Un grupo de nicaragüenses se organizó para conseguir ayuda. Germán Peña junto a otros nacionales comenzó a recaudar fondos iniciativa a la que se incorporó de forma altruista Aurelio Reyes López, un mexicano radicado en California motivado por la necesidad de ser parte del alivio, esperanza y abrigo humano para las personas afectadas.
La tragedia del Mitch fue el génesis de la amistad entre Aurelio y Germán Peña, quien dirige la organización Nicaraguan American Opportunity Foundation NAOF, y se prologaría hasta tener varias participaciones artísticas con el Mariachi Trío Palenque. “Lo que había ocurrido era estremecedor, mucha gente estaba en el desamparo. Me acerqué al ver la convocatoria para ayudar a las personas afectadas por el huracán Mitch. Se iba a recaudar fondos y enviarlos, entonces mi aporte era con la música del mariachi. Me entristeció ver tanta gente que quedaba sin hogar y lo peor es que habían perdidos dos o más familiares en el devastador fenómeno natural”, cuenta Reyes a Agenda Propia Nicaragua.
Aurelio Reyes López nació en Chiapas, Estado del sur de México. Desde muy joven aprendió a tocar la guitarra. Su canto y la sonoridad de sus cuerdas vocales, se escuchaba en todos los rincones de su ciudad por lo que se ganó el sobrenombre de `El Gallo de Chiapas´.
Han transcurrido muchos años de giras entre México y Estados Unidos, dejando huellas hispanas en la mente y el corazón de sus admiradores. El Trío Palenque está conformado por él, su pareja sentimental y su hija Alondra. Con el acento mexicano y sin olvidar las raíces artísticas de la tierra azteca, Reyes aún con 71 años continúa cantando en eventos de todo tipo en ambos países. “No más, me buscan y estoy dispuesto a participar en eventos sean sociales, funerarios, misas, serenatas de cumpleaños, bautizos y políticos», relata. También compuso una canción para la candidata hoy electa a la presidencia Claudia Sheinbaum por el partido MORENA, en México. «Solo somos tres los que componemos el grupo, y tratamos de dar lo mejor para deleite de la comunidad, que también, estén donde estén no olviden la música de mariachi”.
De las cuerdas de sus instrumentos artísticos resaltan corridos, rancheras, sones, boleros, guapangos, cumbias y tangos, toda una variedad que denota en lo que ofrece este artista discográfico profesional, compositor y cantante.
Reyes tiene tres hijas de con su primera esposa, todas con dones artísticos; Alondra ejecuta vihuela, arpa, piano, guitarra, canta y es parte del Trío Palenque; María Karina, toca el violín y es maestra en una escuela y, Cindy quien toca guitarra y tiene un salón estilistas para mascotas.
Por otro lado, su esposa, Sally Hawkrydge, una estadounidense que conoció en Pensylvania, completa el trío artístico de música mexicana en particular el mariachi, más allá de las fronteras del Río Bravo o Río Grande. Cuenta que solo tiene dos nietos, y espera tener más para que les acompañen en sus momentos de descanso y relajamiento en su lugar de aposentos, en el Estado de Oaxaca.
El lado de agricultor de Aurelio Reyes López
Y es que Reyes López, tiene otra faceta además de la musical. Señala que tiene “un ranchito, pequeñito ahí, una propiedad que la uso para pasar ratos agradables con la familia, cuando estoy en México aprovecho también para hacer siembras de árboles frutales, cocos, mangos, aguacates, plátanos, piña, naranjas y limones», son algunas frutas que tiene en su parcela. Para la siembra utiliza tierra fértil, «se hace con yocuela, que es la preparación de tierra orgánica con material granular, ligero y esponjoso, una vez puesta sobre las raíces de la plantita, sobre ella le echan la tierra común. Eso hace que las plantas del muchos frutos y de buena calidad. Es el arte del campesino es saber cómo se hace una siembra efectiva para obtener buenas cosechas”, comenta.
El Gallo de Chiapas, se refiere al Rancho Paraíso Huatulco, en Bajos del Arenal, en Huatulco, Oaxaca, México. Pero la generación de ingresos económicos y servicios diversos en ese pequeño ranchito a como él llama, se ha convertido en una casa de huéspedes donde turistas nacionales y extranjeros pueden alquilar habitaciones con acceso a amplios corredores y patio, para cuando veranean en las Playas de San Agustín. Para Reyes “la esperanza es que la economía, mejore cada día, dada las nuevas
infraestructuras viales, ya que se construye una carretera que está uniendo el Istmo de Tehuantepec y el paso cercano del tren interoceánico, donde unirá el Golfo de México con Salina Cruz en el pacífico. Ahora que hay ese proyecto de poner esa franja, de otros tipos de construcciones para negocios o bodegas que facilitarán el traslado de las mercancías”.
Usualmente Reyes López viaja a Cuidad de México y es visitante asiduo de sitios donde por tradición se juntan hombres y mujeres que entonan sus cantos y crean música con cualquier instrumento. Uno de esos lugares es El Tenampa en Plaza Garibaldi, fundado en 1925 en la mera época de oro del cine mexicano, un lugar donde se han presentado artistas como José Alfredo Jiménez, Pedro Infante, Chavela Vargas, Mario Moreno, Cantinflas, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Miguel Aceves, Agustín Lara, Ricardo Arjona y hasta Luis Miguel, entre otros.
Este músico recuerda que el surgimiento como artistas no se hace solo. En esta entrevista menciona a Evita Espindola Blanco, «es como una hermanita mía. Hija de la periodista Vicky Blanco, que en México cuando yo tenía el Dueto Provincias, con mi difunta esposa, la mamá de Evita era nuestra promotora, nos ayudaba mucho en cuestiones de publicidad en revistas y periódicos. Solamente por el hecho que le gustaba nuestro estilo y trayectoria musical”, recuerda.
Rubén Darío en la memoria de El Gallo de Chiapas
De la amistad con el nicaragüense Germán Peña y su colaboración con los afectados por el Huracán Mitch nace otro aspecto que les une más en su proyecto social y artístico. Para uno de los homenajes al poeta universal Rubén Darío, organizado por NAOF, en California, Aurelio Reyes López creó una composición musical al estilo ranchero. Sin conocer Nicaragua, ni su historia, ni la geografía de la tierra de lagos y volcanes, ni León de 500 años, donde yacen los restos mortales del gran poeta, este mexicano se introdujo en el cosmos imaginario de la poesía dariana y en su mundo interior. Con nociones generales comenzó a escribir y a consultar respecto a la vida y obra de Darío, para finalmente poner letra a la melodía que acompaña el canto del Gallo de Chiapas. “Yo en un primer momento estaba motivado en escribir algo bueno para un hombre excepcional. De Rubén conocía lo que nos enseñaron en la escuela en México, eso ya era un gran inicio. Así también nos enseñaron en la escuela a varias personalidades de la poesía. Pero, Darío tuvo repercusiones en mi persona, pues es un ser humano muy especial, muy interesantes sus versos”, me explica.
Este mexicano que nunca ha estado en Nicaragua, comenta que visitará el país porque lo que conoce es a través de amistades nicaragüenses que se reúnen en los homenajes a Rubén Darío. Cuando haya oportunidad viajará, porque ahora “las cosas están feítas”. Señala que quiere disfrutar las maravillas naturales, la arquitectura civil y religiosa construida durante y después de la conquista, la variada gastronomía, excepto el abundante chile como condimento y el jolgorio de la juventud. Además, le llama la atención «el calor, la gratitud y el cariño que transmiten todas las personas nicaragüenses que de una u otra manera manifiestan su amistad y simpatía por la nación que vio nacer y crecer al gran poeta universal Rubén Darío.
Otro aspecto de este artista es el proyecto que aún mantiene con Germán Peña, se trata de la producción de la película “Rubén Darío, The Price”, una obra cinematográfica en la
cual Reyes es autor e intérprete de la canción titular del filme. Canción que es parte del CD Mariachi de mi Tierra, expuesta y a la venta en Amazon. “Es un sueño que espero sea pronto una realidad, toda lucha y esfuerzo merece una recompensa, deseo de corazón se logre la meta de realizar este proyecto”, dice.
La música del Gallo de Chiapas
Aurelio Reyes López, vestido con traje típico de mariachi, sombrero de ala ancha o de charro, saco, chaqueta corta, cinturón, lazo color verde y botas charras, presto a entonar la canción que resuena en los homenajes a Rubén Darío. Entre las 4 canciones compuestas en mención de Nicaragua, resalta la canción Al gran panida Rubén Darío. En ésta hace alusión al niño que una vez fuera del vientre materno llegó a León e inició su vida intelectualidad hasta convertirse en el padre del modernismo, puliéndose en distintos países y reconocido a nivel mundial por su aporte a la literatura en lengua castellana. El autor recalca su permanencia en el tiempo, aunque su cuerpo inerte yace en bajo la lápida y un león doliente en Catedral de León.
“Para cantar a Rubén Darío, señoreeeees,
harían falta mil canciones,
pero hoy salgo para León llevándole humildes flores
Catedral de la Asunción,
gran herencia nicaragüense,
donde descansa aquel prócer.
El tiempo no borrará,
En el mundo su memoria
Rubén Darío será una estrella de la aurora,
y luz de los poetaaaaaaas
que quieren hacer historiaaaaaa”.
Aurelio Reyes aún no visita Nicaragua. El tiempo dirá el momento oportuno para que un día vea y sienta la vibra Dariana. Su visita y estadía quizá sea inspiración para que una vez más cante a Darío y a Nicaragua.