En un nuevo movimiento del régimen de Daniel Ortega, Jessica Padilla Leiva, leal a la dictadura sandinista, ha sido propuesta como nueva embajadora de Nicaragua en Panamá. Su nombramiento se produce en medio de la tensión entre ambos países por la presencia del expresidente Ricardo Martinelli en la embajada nicaragüense. Padilla, exministra de la Mujer, sustituirá a Consuelo Sandoval.
La solicitud de Nicaragua para que Jessica Padilla Leiva sea reconocida como nueva embajadora en Panamá se encuentra en espera de respuesta. Presentada el 24 de diciembre, esta petición aún no ha obtenido una resolución por parte de Panamá. Si bien no existen plazos obligatorios, la tradición diplomática indica que una respuesta podría llegar en el transcurso de un mes, algo que han referido a distintos medios de comunicación fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá.
Jessica Padilla Leiva goza, por el momento de la confianza de la pareja dictadora del país, especialmente de Rosario Murillo, algo que se evidencia al revisar los cargos que ha venido desempeñando en los últimos años. Procedenteb de la Juventud Sandinista, fungió como ministra de la Mujer entre 2020 y 2025. También ejerció como ministra consejera de la Embajada de Nicaragua en Costa Rica. En cuanto a su formación académica, Padilla es licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnologías de Managua. Además, posee una maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
Este nuevo nombramiento por parte de la dictadura es un capítulo más de la crisis diplomática entre Panamá y Nicaragua, que se intensificó precisamente con la renuncia de la ya exembajadora Consuelo Sandoval. Su salida se produjo tras la controversia suscitada por la presencia del expresidente Ricardo Martinelli en la embajada nicaragüense. El que fuera mandatario del país canalero ha encontrado en la embajada nica, como ya han hecho otros expresidentes corruptos de la región en la propia Nicaragua, asilo para eludir la prisión a la que ha sido condenado. Martinelli se encuentra en estas instalaciones desde el 7 de febrero. La pena que pesa sobre él, de más de diez años, se debe a la evasión de capitales por el caso New Business.
La conducta de Martinelli y las tensiones generadas han puesto a prueba las relaciones bilaterales entre ambos países. Y es que el prófugo de la justicia panameña no ha dejado de mantener una muy activa participación política desde esas cuatro paredes, publicando habitualmente en redes sociales y manteniendo reuniones con miembros de su partido, realizando metas.