Por Salomón Manzanares Calero

En dos días, estaría cumpliendo 54 años. Quizá la fiesta, el pastel o los regalos serían parte de los preparativos que en Centroamérica suelen hacerse para este tipo de acontecimientos sociales. Y aunque haya estado inmersa en actividades de lucha, un detalle siempre sería significativo. Sin embargo, intereses económicos y políticos trucaron lo que sería el cumpleaños 54 de Berta Isabel Cáceres Flores, quien habría nacido el 4 de marzo de 1971, en La Esperanza, departamento de Intibucá en Honduras.

En la madrugada del 2 de marzo de2016, un grupo de hombres armados, llevaban la misión expresa de acabar con la vida de Cáceres y del activista ambiental Gustavo Castro Soto quienes participarían en una actividad en las comunidades indígenas Lencas de Honduras. Ella fue asesinada y su acompañante resultó ileso, fingiendo su muerte. El acontecimiento perdura en la memoria de su familia, vecinos, la sociedad hondureña y ahora en la comunidad internacional.

Berta era multifacética y en las circunstancias más difíciles, desafió el poder político y económico. Su cercanía con la población le llevó a estar más pendiente de sus necesidades y retar las amenazas del poder, según ha contado a Agenda Propia Nicaragua, Ismael Moreno Coto, sacerdote jesuita y director de Radio Progreso en el Departamento Yoro, Honduras.

APNi: ¿Cuál era la personalidad de Berta Cáceres antes de ser asesinada y conocida mundialmente?

Ismael Moreno Coto: “Siempre estaba inquieta para ver que más se podía hacer en cualquier campo que fuera. Una persona inquieta. Muy preocupada por su gente, por la población lenca. Tenía una enorme empatía con ellos. Algo interesante de Berta era que tenía la responsabilidad para romper moldes. Era una mujer con una fuerza de trabajo indígena, pero iba más allá de ello. Comprometida con las organizaciones sociales, comprometida en lo político, pero iba más allá. Su compromiso con Honduras y las organizaciones populares. Por su esencia cuestionaba todo lo que estaba vinculado con el poder. Cuestionaba el poder de la iglesia, y el patriarcado, el caudillismo, la política de los partidos políticos y a las dirigencias. Era una mujer ‘incómoda’, en el sentido de no dejar en tranquilidad a quienes realizaban un trabajo. Pero por otra parte era una mujer sencilla. Se ponían las botas de hule para ir a las montañas, caminaba bastante. Sabía ir hasta el fondo de las grandes situaciones. En ese sentido era una mujer de fronteras, trascendió Honduras, Centroamérica y Mesoamérica. Hoy la podías encontrar en un evento mesoamericano, pero luego en el Foro Mundial, igual en una asamblea de pueblos indígenas en las montañas lencas en el occidente del país o con los garífunas en la Costa Norte de Honduras. Era antimilitarista, antirracista, antipatriarcal, anticapitalista. Sabía ser amiga y leal. Ella me cuestionó como sacerdote, como miembro de la iglesia. Pero también sabía que lo estaba haciendo una auténtica amiga mía, leal en toda circunstancia”.

APNi: ¿En algún momento Berta aceptó ser parte de algún partido político?

IMC: “En 2008 aceptó ser parte de una propuesta presidencial junto con otros dos líderes hondureños. Pero era candidatura independiente, no partidaria. En el 2013 cuando se fundó el Partido Libertario, ella participó en los debates, pero siempre se ubicó en el sector no oficialista del partido. Aunque el partido reivindica que fue militante, pero nunca se presentó como miembro de ese Partido. Fue activista de grupos sociales. Estuvo activando en El Salvador, en la lucha por su liberación en los años 80 e inicios de los 90. Después llegó a Honduras y fundó el Concejo de Organizaciones Sociales Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, después contribuyó junto con otras personas para fundar la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular, que fue probablemente una de las expresiones que más aglutina organizaciones populares de Honduras. Pero no fue fundadora de ningún partido político. Por eso ella fue políticamente comprometida sin pertenecer a un partido político”.

APNi: ¿Las amenazas constantes por parte del poder político no obligaron a Cáceres a desistir de su lucha ambiental?

IMC: Nunca. Las amenazas fueron un incentivo para profundizar la lucha. Ella fue amenazada por su militancia con el Movimiento Social, Indígena y Popular por la defensa del Río Gualcarque porque se construiría una represa que era inversión de capital nacional con internacional. Su oposición le devino en amenazas e incluso en criminalización. En 2013 tuvo que andar huyendo porque había órdenes de captura en contra de ella. Las amenazas le llevaron a consolidar su compromiso. Ella solía decir «a mí no me digan que me cuide, porque al decirme que me cuiden, están diciendo que me acobarde’”.

APNi: ¿Dónde estaba Berta Cáceres al momento de su asesinato?

IMC: Estaba públicamente. Solo en el año 2013 huyó. Aunque siempre se tenía que andar cuidando porque las amenazas eran incontables y constantes. Era una mujer que al representar una amenaza estaba constantemente perseguida, sobre sus actividades. De modo que cuando la mataron, sus asesinos sabían de sus pasos, que fueron claramente a cumplir con el objetivo de eliminarla físicamente. Es posible que ella no haya identificado a sus atacantes, ellos llegaron, tiraron la puerta y comenzaron a disparar.

APNi: ¿Qué plan tenía Cáceres en su comunidad?

IMC: Había llegado a su casa el ambientalista mexicano Gustavo Castro y se preparaban para realizar una serie de talleres y charlas sobre temas ambientales. Esa misma noche de su llegada, él pasó a ser testigo, pero también fue baleado.

APNi: ¿Cómo está la familia a 9 años de su asesinato?

IMC: Las hijas están comprometidas, una ocupa como embajadora en Cuba, otra dirige COPINH, otra activista del COPINH y su hijo acaba de regresar de estudiar medicina en Argentina. Su madre, de 92 años está haciendo denuncias, es muy activa y fuerte en su espíritu.

APNi: ¿Cuál es el contexto para la familia y allegados?

IMC: El ambiente es de amenazas porque los inversionistas siguen en la región, en el marco de la industria extractiva. Berta Zúñiga desde COPINH lleva constantemente el proceso judicial que conduzca a los actores intelectuales que en este país son entre las familias más poderosas económica y políticamente. La amenaza es latente.

APNi: ¿Qué esperan una vez que se haya instalado el Grupo Interdisciplinario de Personas Expertas Independientes GIEI, Honduras, para este caso?

IMC: Confiamos que se va a llegar hasta las últimas consecuencias. Pero esa confianza solo puede ser posible si hay presión, exigencias y constancia. Porque se trata de enjuiciar a la gente más poderosa de Honduras. Que nunca, jamás pensaron que serían enjuiciados. Por eso es que la amenaza es permanente.

Posteriormente a la muerte de Berta Cáceres Flores, en el año 2016 la ONU, de manera póstuma entregó el premio Campeón de la Tierra en la categoría Acción e Inspiración. En 2022 fue declarada Heroína Nacional por el Congreso Nacional de Honduras. En el año 2018, Christina Rosenvinge, cantante española rindió homenaje en la canción Berta multiplicada, que es parte del álbum Un hombre rubio. En 2019 el grupo Extinction Rebellion colocó un barco rosado llamado Berta Cáceres “Tell The Truth” en el Oxford Circus, Londres, bloquearon el tráfico durante cinco días. Berta Cáceres Flores en 2024 es la primera mujer que figura en la numismática, en un billete de 200 lempiras

Foto portada: Goldman Environmental Prize.