El anuncio que hiciera la semana pasada la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo de un plan de reestructuración en las instituciones del Estado para promover el «ahorro» y «optimizar el «capital humano», se debe a que están atravesando varias crisis, manifiesta la ex guerrillera e historiadora sandinista Mónica Baltodano.

La medida de la compactación del Estado, tiene que ver con los recursos, que a pesar que reportan incrementos en las recaudaciones, «tienen también grandes gastos en materia de seguridad (policía, paramilitares y organismos de vigilancia y control)», afirma.

Por otro lado, Baltodano señala que más allá de generar mayor disponibilidad de recursos del Presupuesto General de la República, para fortalecer la atención directa y propiciar mayores avances en cada una de las Propuestas en desarrollo, «lo que están haciendo es preparando para una disminución de recursos de los organismos financieros que le habían sacado las castañas del fuego, como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o el Banco Mundial (BM)».

La historiadora explicó a Agenda Propia que necesitan recortar gastos en las instituciones, «después de haber incrementado la nómina del Estado con propósitos clientelares en los años de bonanza económica», ahora pasan «a los recortes». Considera que las personas que aún conservan sus puestos de trabajo, «los van a utilizar para quedarse con el personal mas fiel, el mas subordinado».

La «reestructuración» y «revisión de los cargos», es una especie de limpieza institucional, porque desconfían de los empleados del Estado. «Saben que dentro tienen mucha gente que no simpatiza con ellos y en su lógica sectaria, no tienen por qué pagarle a gente que no le sea absolutamente fiel, por lo que van a proceder a realizar una reorganización, redistribución, revisión de los cargos y de las instituciones del Estado porque necesitan ahorrar dinero», expone.

Sobre la lógica de que en Nicaragua exista un partido único, la ex guerrillera, comenta que la dictadura prefiere el esquema de fingir pluralismo con partidos comparsas «como PLC, ALN, PLI, y una parte de la antigua Contra, liderados por la Chaparra. A todas estas fuerzas les han cambiado las directivas para poner a personal oportunista, sumiso y corrupto». Agrega que si conceden cargos conforme a «si les son funcionales les da cargos de diputados, de concejales y desde luego en el gobierno. Por eso es que hay un sector de los combatientes históricos que tienen mucha molestia. Para muestra el caso de Wilfredo Navarro, Enrique Quiñonez, Moisés Absalón Pastora», menciona.

Espere en la edición de hoy de Agenda Propia ampliaremos el análisis con dos personas juristas