El Salvador atraviesa una profunda crisis de derechos humanos bajo el gobierno de Nayib Bukele, según denunció la defensora feminista Morena Herrera. En una reciente entrevista, Herrera advirtió sobre el avance del autoritarismo, la represión de voces críticas y el colapso de servicios esenciales como salud, educación y justicia.
Los organismos de derechos humanos confirmar que más de 80 mil personas han sido detenidas desde que se instauró el régimen de excepción, muchas sin acceso a un juicio justo ni información sobre su paradero.
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Ante esta situación, la activista destacó la grave situación en la que se encuentra la población salvadoreña, relacionándola con la que vive actualmente Nicaragua donde las libertades públicas se han ido mermando con la creación de leyes abusivas y autoritarias, creadas para castigar a los opositores, a las mujeres y a las voces críticas.
En el caso de las mujeres de este país centroamericano, Herrera destacó que uno de los principales abusos se nota en los casos de emergencias obstétricas, donde algunas son encarceladas tras sufrir abortos espontáneos. A esto se suma la eliminación de la educación sexual y del reconocimiento de identidades de género en el sistema de salud, lo que vulnera derechos básicos, especialmente de niñas, adolescentes y personas LGBTIQ+.
Una ley para controlar y castigar
Una de las recientes leyes aprobadas por la asamblea salvadoreña ha sido la Ley de Agentes Extranjeros, la que para Herrera es un mecanismo más de control que busca silenciar a organizaciones civiles y medios independientes, imponiéndoles impuestos y multas desproporcionadas.
A raíz de la entrada en vigor de esta ley, Herrera confirmó que algunas instituciones de protección a mujeres han sido desmanteladas lo que ha provocado el aumento de la violencia de género, sin una respuesta efectiva del Estado.
A pesar del discurso oficial y la estrategia mediática del gobierno, Morena Herrera asegura que el pueblo salvadoreño comienza a cansarse. “Un bonito video no puede ocultar la pobreza, la represión y la falta de justicia que se vive cada día”, afirmó. Cree que, aunque el miedo domina el ambiente, crecerá la demanda ciudadana por cambios reales.