Redacción AP
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (Iplex), presentaron un informe sobre la situación de la libertad de prensa en Nicaragua este viernes 15 de octubre en San José, Costa Rica.
“Nicaragua se ha convertido en un territorio minado para ejercer el periodismo. Los territorios más peligrosos son Managua, Bluefields (en el Caribe Sur), León y Masaya. Con vista a las elecciones, Ortega ha reforzado su arsenal de censura”, señaló Emmanuel Colombié, director regional de RSF en América Latina.
La libertad de expresión y particularmente el periodismo independiente en Nicaragua atraviesan una “verdadera pesadilla” expresaron las organizaciones, a quienes les preocupa el recrudecimiento de la represión por parte del régimen de Daniel Ortega y sus simpatizantes en las próximas las votaciones del 7 de noviembre.
Del 15 de diciembre de 2020 a junio de 2021se registran 1,176 agresiones contra la libertad de prensa y el acceso a la información. De esa cantidad, 750 agresiones fueron contra periodistas varones y 426 contra mujeres. Asimismo, en ese período – de seis meses y medio -, contabilizan 36 diferentes tipos de abusos.
María Paula Martínez de FLIP dijo expresó que “esta situación se remonta desde hace una década, pero recientemente nos preocupa debido al combo de leyes ‘mordaza’, que ayudan al aparato de silencio que ha orquestado Daniel Ortega… y las cuales afectan a las voces críticas, independientes y disidentes”.
El régimen de Daniel Ortega ha utilizado e incrementado instrumentos legales para seguir restringiendo la libertad de prensa y expresión. Ha creado la Ley Especial de Ciberdelitos (Ley 1042), la Ley de Agentes Extranjeros (Ley 1040) y la Ley de Soberanía Nacional (Ley 1055). Estas leyes, a consideración de distintos especialistas, no son propias de un Estado democrático sino de uno autoritario.