El poeta y periodista nicaragüense William González, de 25 años, ha sido incluido en la reconocida lista “30 Under 30” de Forbes Centroamérica 2025, en la categoría Ciencia, Educación e Industrias Creativas. El reconocimiento lo destaca como uno de los jóvenes más influyentes de la región por su impacto desde la literatura, el periodismo y su defensa de las voces migrantes y silenciadas.

“La verdad que es un honor, un verdadero honor y un gran reconocimiento estar representando en esta lista a Nicaragua y a todos los jóvenes nicaragüenses o centroamericanos en general”, expresó William en entrevista con este medio. «Me sorprendió gratamente porque basta ver la lista para comprobar que solamente hay dos poetas. Y que uno de ellos sea un joven de Nicaragua, eso dice mucho en un mundo donde la poesía suele ser un género minoritario, y más aún en personas jóvenes”.

El reconocimiento lo posiciona como uno de los referentes culturales centroamericanos del momento, y como un símbolo de la resiliencia nicaragüense en el exilio.

De Managua a Madrid: la palabra como refugio

Nacido en el barrio San Luis Sur de Managua, González emigró con su madre a España a los 11 años. Su vida cambió radicalmente, pero nunca perdió el vínculo con su país. “Mi amor hacia mi Nicaragua está intacto, al igual que mi amor hacia Carabanchel, que es donde vivo actualmente. Carabanchel yo lo llamo mi pequeño país, y Nicaragua es mi país de cimiento”, reflexiona.

Su historia personal -cruzada por la pobreza, la migración y la violencia barrial- se convirtió en la materia prima de una poesía premiada en España y en América Latina. “Desafortunadamente conocí la violencia, el mundo pandilleril de primera mano. Eso me llevó a crear una conciencia cívica desde joven, que se ve reflejada en mis poemarios y sobre todo me sorprende el impacto que ha tenido mi obra entre los más jóvenes. Yo que sé, por ejemplo, un día me sorprende que de casualidad yo me baje al barrio, Orcasitas, un barrio de Madrid, a comprar unos pantalones cortos y que dos chicos jóvenes de 15 a 16 años me reconozcan o me digan que han leído Los Nadie», cuenta.

Poeta del exilio, voz de Los Nadies

Su obra poética, cargada de denuncia social y memoria colectiva, le ha valido múltiples reconocimientos en el mundo literario hispano.

González ha publicado obras como Los Nadies (Premio Antonio Carvajal, 2022), Me duele respirar (Premio Ruiz Udiel, 2023) e Inmigrantes de segunda (Premio Hiperión, 2023). En todos ellos, la poesía se convierte en una herramienta de denuncia social, memoria migrante y reparación simbólica.

Los Nadies “se lo dedico sobre todo a jóvenes que escriben desde la clandestinidad en Nicaragua, bajo un régimen de censura bastante grave. Ellos serán realmente el brazo literario cuando Nicaragua vuelva a ser una democracia”.

En su obra más reciente -que explora el mundo pandilleril centroamericano-, William vuelve a los recuerdos de su infancia en Managua, marcada por la normalización de la violencia: “Esa era mi realidad en 2007, 2008, y he querido narrarla poéticamente como testimonio y resistencia”.

  • Me duele respirar (2023), recibió el Premio Hispanoamericano Francisco Ruiz Udiel.
  • Inmigrantes de segunda (2023), lo convirtió en el primer centroamericano en ganar el prestigioso Premio Hiperión.

En cada título, González convierte la experiencia migrante en poesía combativa, humanizando historias que usualmente quedan al margen del discurso oficial.

El periodismo cultural como arma contra el silencio

Además de poeta, William se ha abierto camino en el periodismo cultural y de investigación. Estudia Filología y Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, y en 2024 se destacó por publicar una investigación en el diario español ABC, en la que reveló la venta fraudulenta de manuscritos falsificados de Rubén Darío a universidades de alto prestigio, como Harvard y Arizona.

La investigación generó impacto académico y le valió el Premio Francisco Valdés al mejor reportaje estudiantil de España. Para González, la escritura -en verso o en crónica- es un medio para recuperar la verdad y combatir el olvido.

Desde su mirada, el periodismo cultural cumple un rol clave en un país sometido a censura como Nicaragua. “Es uno de los errores que cometemos en el exilio: hablar solo del régimen y no de la cultura. Pero la cultura importa. Un poema, un libro, una canción, son actos de resistencia que también golpean al poder”. Y añade: “La literatura en el exilio existe. Hay jóvenes poetas, cuentistas, cantautores escribiendo desde fuera. También hay quienes escriben desde adentro, escondidos. A esos no debemos olvidarlos jamás. Cuando destapamos la red de falsificadores, se produjeron también consecuencias políticas con la con la visita del embajador a la redacción. Es decir, la cultura realmente importa a la dictadura… Esa esa investigación fue un golpe bajo», explica”.

William reconoce su identidad como una dualidad: nicaragüense y español, migrante y europeo. “Yo nací en Nicaragua, pero me crié en España. Me he nutrido de las dos perspectivas poéticas. Escribir sobre Nicaragua fue mi forma de sentirme cerca de mi país”.

Entre sus referentes literarios destaca a Claribel Alegría, Daisy Zamora y Gioconda Belli, junto a Rubén Darío, quien ha sido, dice, “ese impulso poético para todos los autores nicas”.

Reconocimiento con raíces nicaragüenses

Compartiendo lista con figuras de gran proyección regional, William aparece junto a otra nicaragüense destacada: la activista afrodescendiente Roxy Williams, premiada por su labor en tecnología e inclusión digital. Ambos representan una generación de jóvenes nicaragüenses en el exilio que siguen construyendo desde fuera del país, con compromiso, creatividad y memoria.

“Yo escribo por los que no pueden escribir, por los que cruzaron el mar, por los que limpian casas y aún sueñan con regresar. La poesía es resistencia”, ha declarado William en entrevistas recientes.

Roxy Williams, es ingeniera de software y refugiada originaria de la Costa Caribe Norte de Nicaragua, ha sido destacada en la primera edición latinoamericana de Forbes “30 Under 30” en la categoría de Tecnología e Innovación, un reconocimiento que, según ella, representa también la historia y los sueños de muchas niñas centroamericanas ha informado el diario nicaragüense La Prensa. Lidera proyectos como Pantera y Divinas, enfocados en empoderar a comunidades afrodescendientes e indígenas mediante la educación tecnológica y espacial. Ha recibido premios internacionales como Women’s Space Award y Pioneer Award de la SGAC, y recientemente participó en un vuelo de gravedad cero. Su objetivo es llegar a la NASA y abrir camino para nuevas generaciones de mujeres en ciencia y tecnología.

Cultura contra el olvido

En un contexto de represión y censura en Nicaragua, la trayectoria de William González reafirma que el arte también es un acto político. Su poesía no solo da testimonio de su historia, sino que denuncia las estructuras que expulsan, silencian y oprimen. Con su inclusión en Forbes, su voz -y con ella la de tantos otros nicaragüenses en diáspora- resuena más fuerte.

En un llamado a los jóvenes nicaragüenses que viven fuera del país, subraya la importancia de seguir creando y manteniendo un compromiso cívico y poético con Nicaragua, recordando que la literatura y la poesía no se reducen a premios, sino que son formas de resistencia y conexión con las raíces. Reflexiona sobre el creciente número de jóvenes nicaragüenses que hoy se están formando en España, y expresa su interés por la perspectiva que desarrollará esta segunda generación sobre su país de origen.

William destaca cómo la literatura ha sido un refugio para mantenerse vinculado con Nicaragua y alienta a las familias migrantes a mantener viva esa conexión en sus hijos. Finalmente, hace un reconocimiento especial a quienes, desde dentro del país y muchas veces desde la clandestinidad, continúan escribiendo pese a la represión, considerándolos verdaderos valientes.

Agenda Propia Nicaragua celebra este logro como un reconocimiento a la palabra libre y al talento que sobrevive al exilio. William González es más que un nombre en una lista: es un eco de Nicaragua que resiste y crea desde otras geografías, sin olvidar jamás de dónde viene.