Un grupo de religiosas, religiosos y sacerdotes nicaragüenses emitieron este 13 de diciembre bajo clandestinidad una carta pública dirigida al Cardenal Leopoldo Brenes, donde cuestionan su actuar ante la crisis de derechos humanos que vive el país.
“Es urgente que usted haga suyas sus palabras de ‘mis buenos hijos’ y deje de ser un panfletario que actúa como político ‘al son que le toca’ y no como pastor frente a una de las peores crisis de derechos humanos que el pueblo nicaragüense está viviendo. ¿Hasta cuándo callará? ¿Qué le impide ser un profeta tal cual lo prometió al ordenarse sacerdote y asumir su rol como pastor?”, manifiestan en el texto que ha circulado entre algunas comunidades religiosas de la arquidiócesis de Managua.
Además, le recuerdan que “mientras cientos de miles de nicaragüenses están sufriendo el drama de la pobreza, el desempleo, una migración forzada, encarcelamientos injustos, o exilio doloroso o la pérdida de miembros queridos de sus familias, usted hace todo lo posible para evitar conflicto con la dictadura sangrienta”.
La última escalada represiva por parte del régimen de los Ortega-Murillo se da luego que dos periodistas y una abogada de la diócesis de Matagalpa fueron detenidos arbitrariamente en sus casas de habitación.
Los cuestionamientos al purpurado son la voz de muchas personas dentro de la iglesia que en silencio ven la pasividad con la que actúa. “Vemos en usted desgraciadamente una falta de solidaridad no solamente con sus hermanos obispos y sacerdotes encarcelados y exiliados, sino con toda la comunidad nicaragüense sufriendo la opresión de esta dictadura. Mientras los obispos Silvio Báez y Rolando Álvarez estando pagando un alto precio por su postura profética frente a la dictadura, su silencio grita conformismo e indiferencia”, le cuestionan.
Finalmente hacen un sinnúmeros de citas bíblicas y del Obispo Oscar Romero en el que hacen memoria del obispo mártir de El Salvador “. . . en ustedes, pueblo de Dios, y en mí, el pastor de ustedes, y en los sacerdotes, los colaboradores del pueblo de Dios, todo eso que es obispos, sacerdotes, religiosas, instituciones, fieles, familias cristianas formamos el pueblo de Dios y Cristo, profeta, nos ha hecho participantes de su misión profética” (Monseñor Romero-Cavala, Miguel [ed.], Homilías Monseñor Oscar A. Romero, Tomo III, p. 234).