El presidente de Colombia, Gustavo Petro (i), saluda al presidente del Congreso, Roy Barreras (d), frente a la artista y senadora, María José Pizarro (c), durante la ceremonia de Investidura hoy, en la Plaza Bolívar de Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

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El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, prometió  tras asumir la presidencia construir una nueva democracia que sea «multicolor» en la que los movimientos sociales cooperen y aseguró que se necesita «más y más organización popular en toda Colombia».

«El presidente de la República los convoca a organizarse e indudablemente esa pluralidad, esa multiculturalidad, ese espectro multicolor que debe ser el de la organización popular hay que unificarlo en medio de la diversidad, coordinarlo, conectarlo entre sí», dijo Petro en un acto de investidura «popular y espiritual» frente a un millar de asistentes, procedentes de pueblos indígenas, afro, campesinos y étnicos de toda Colombia.

El mandatario fue investido por la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, quien fue compañero de Petro en la guerrilla del M-19 y cayó asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial y la intención de voto le daba un 60%.

La congresista, entre lágrimas, le puso la banda presidencial al nuevo mandatario y le dio un abrazo en medio de la ovación de los asistentes.

Tras ser investido, Barreras le puso en la solapa una «paloma de la paz», que simboliza una de las principales acciones que tratará de llevar a cabo durante su Gobierno, la de conseguir la «paz total» en Colombia.

Petro asumió este domingo como primer presidente de izquierdas de Colombia, culminando una senda de la que otros predecesores con sus mismas ideas fueron expulsados, después de que sufrieran persecuciones, amenazas e incluso asesinatos.

Posteriormente, el nuevo presidente de Colombia invistió a Francia Márquez como vicepresidenta para los próximos cuatro años y de esa forma juró como la primera afrocolombiana en el segundo cargo más importante del Estado colombiano.

«Juro a Dios y al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia y también juro ante mis ancestros y ancestras», dijo Márquez, en su juramento, en el que añadió su ya característica frase: «Hasta que la dignidad se haga costumbre».

Márquez, una abogada y activista afro que sucederá en el cargo a Marta Lucía Ramírez, hizo su juramento apenas unos minutos después de que Petro hiciese lo mismo como primer presidente de izquierdas de Colombia.

La llegada de Márquez a la Vicepresidencia supone también un hito por proceder de Suárez, en el departamento del Cauca (suroeste), una zona duramente golpeada por el conflicto armado y por ser ella misma una víctima, que tuvo que desplazarse de su comunidad con sus hijos por amenazas.

Márquez también sufrió en 2019 un atentado cuando estaba con líderes indígenas preparando un diálogo con el Gobierno y hombres armados lanzaron un artefacto explosivo.

Es por ello también la llegada al poder de una víctima en un país donde la guerra ha dejado más de ocho millones de víctimas y donde la izquierda y el activismo han estado estigmatizados y perseguidos durante décadas.