En Nicaragua, desde 2018 se vive una crisis sociopolítica y económica que ha enfrentado a la población con la represión directa de la dictadura Ortega-Murillo. Cienes de personas asesinadas y más de mil arbitrariamente encarceladas. Muchas obligadas al exilio. 

Pero la dictadura no sede en su afán de continuar en el poder. El nueve del presente mes excarceló a 222 personas presas políticas, las cuales fueron expulsadas a EEUU y despojadas de su nacionalidad nicaragüense, declaradas traidoras a la patria e inhabilitadas de forma perpetua en su derecho de participar en cargos de elección popular y de ejercer cargos públicos.

Las personas excarceladas vivieron diferentes tipos de torturas psicológicas y violaciones a sus derechos humanos. 

Una semana después, la dictadura despojó de su nacionalidad a 94 personas entre escritores, periodistas, activistas y defensores de DDHH. También les acusó de traición a la patria, se les confiscó todos sus bienes y propiedades y se les  inhabilitó de forma perpetua del derecho de participar en cargos de elección popular y ejercer cargos públicos.

¿Qué situaciones enfrentan las personas despojadas de su nacionalidad, bienes, no hacer hacer uso de parte de sus derechos político y encima acusadas de traición a la patria? De ello conversamos con Ana Ara y con Gonzalo Carrión.