15 de febrero, 2024


Hace un año la dictadura encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo pretendió aniquilar nuestros anhelos de libertad, justicia y democracia decretando una muerte civil en nuestra contra. Según ellos, cancelaron a perpetuidad nuestros derechos ciudadanos, arrebataron nuestros bienes, eliminaron las pensiones a la seguridad social, nos borraron de todo registro oficial, nos declararon prófugos de la justicia y, según nuestros verdugos, nos despojaron de la nacionalidad nicaragüense.


Creían que con esas brutales acciones represivas aplastarían nuestra dignidad, nuestro espíritu de lucha y nuestro compromiso con el pueblo nicaragüense. Le informamos a los dictadores que fracasaron.


Con su desfachatez habitual montaron una farsa aplicando leyes que no existían, falsificaron expedientes, dictaron sentencias sin juicios y aplicaron penas expresamente prohibidas. El colmo es que la “ley” de reforma constitucional que sirvió de base a la imposición de la pena de pérdida de nacionalidad entró en vigor hasta en enero del 2024, según el texto oficial recién publicado.


Para esta dictadura mafiosa no existen ni derechos, ni Constitución, ni leyes.

No podemos negar que las medidas dictadas provocaron trastornos a nuestras vidas, de por sí ya quebrantadas por la persecución, el encarcelamiento y el exilio. También han provocado sufrimiento en nuestras familias. Pero hemos afrontado las adversidades con dignidad y sin doblar las rodillas. Y aquí estamos, con nuestra moral y nuestro compromiso intactos.


Somos nicaragüenses porque no está en la facultad de un tirano arrebatar su nacionalidad a ningún nicaragüense. Menos un tirano vendepatria que no tiene empacho en postrarse ante potencias extranjeras, que mantiene hipotecado al país por cien años con el cuento chino del proyecto de canal interoceánico, y que además participa de redes transnacionales para la trata de personas y lavado de activos.


Agradecemos al gobierno y al estado español que en un gesto generoso ha concedido la nacionalidad española a más de cien nicaragüenses. Agradecemos a los gobiernos de países latinoamericanos que anunciaron el mismo ofrecimiento. Agradecemos a los gobiernos de distintas latitudes que nos han acogido en calidad de exiliados, refugiados o asilados, respetando nuestra dignidad y derechos.

Reafirmamos al pueblo nicaragüense que no descansaremos hasta que podamos cerrar este capítulo nefasto de nuestra historia y salir de una vez por todas de esta camarilla mafiosa. Nicaragua volverá a ser república en democracia, con justicia y oportunidades para todas y todos.

Suscribimos este mensaje:

Enrique Sáenz

Wilfredo Miranda Aburto

Silvia N. Gutiérrez Pinto

Roberto Sosa
Ligia Gómez

Gioconda Belli

Sofía Montenegro

Moisés Hassan

Haydee Castillo Luis Galeano

Gonzalo Carrión

Héctor Mairena

Roberto Samcam

Azahalia Solís Román

Juan Carlos Gutiérrez Soto

Camilo de Castro

Rafael Solís

Arturo McFields

Elvira Cuadra

Amaru Ruiz

Alexa Zamora

Ana Quirós

Lucía Pineda Ubau

Dulce María Porras

Álvaro Navarro

Carlos Fernando Chamorro

Manuel Díaz

Cristian Fajardo

Irlanda Jerez

Lenin Rojas Campos

Berta Valle

Mónica López

Julio López Campos

Mónica Baltodano

José Somarriba

Luis Carrión

Jesús Tefel

Patricia Orozco

Eliseo Núñez

Yader Morazán

Uriel Pineda

Gema Serrano Morales Luciano García

Aníbal Toruño

Edipcia Dubón

Jennifer Ortiz