Redacción AP
“Puedes contar con España y con el gobierno de España en estos momentos difíciles”. Así se ha dirigido hoy el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares Bueno, al escritor nicaragüense Sergio Ramírez en un acto en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, en Madrid, en el que ha sido muy directo al aseverar que “todos los que están a favor de la libertad y la democracia siempre tienen un sitio en España”.
Albares Bueno ha sido explícito al referirse a las “acusaciones absolutamente infundadas” por las que Ramírez está siendo perseguido en Nicaragua y ha recordado las palabras que el escritor pronunció el día 23 de abril de 2018 cuando recogía el Premio Cervantes de manos del Rey de España, unas palabras que “aún resuenan” y que fueron dedicadas “a la memoria de los nicaragüenses que luchan por la democracia, que siguen luchando por la democracia sin más armas que sus ideales”. En este sentido, el ministro español ha dejado claro “no ver mejor manera” de celebrar los 30 años del Instituto Cervantes “que recordarles a ellos”.
Estas declaraciones del ministro Albares se producen justo el día después en el que el gobierno español emitió un comunicado conjunto del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y el Ministerio de Cultura y Deporte posicionándose abiertamente en defensa de Sergio Ramírez ante las acusaciones del régimen de Ortega y Murillo.
El ministro español ha concluido su intervención afirmando que Ramírez es “un referente moral e intelectual”, algo que ha demostrado por su “compromiso incuestionable con la libertad de creación y de pensamiento” y que, como ha recordado, en un momento dado fue desde la política, aunque hoy “ya no lo es” aunque, en cualquier caso, su vida sigue marcada “por la defensa de la democracia y los derechos fundamentales”.
En el acto del Instituto Cervantes, en el que Sergio Ramírez ha depositado en la Caja de las Letras tierra de Nicaragua y una primera edición del libro Cantos de Vida y Esperanza de Rubén Darío, ha intervenido también el director de esta institución, el poeta español Luis García Montero, que ha destacado que la actividad de homenaje a Rubén Darío tomaba “otro significado” por la “coyuntura personal y política” que están viviendo desde hace mucho tiempo grandes escritores “que representan el pensamiento democrático en Nicaragua”.
García Montero ha apuntado que la orden de detención y captura contra Sergio Ramírez “lo convierten en un exiliado” porque no puede regresar a su país. También ha recordado algo que ya adelantó hace unos días en declaraciones exclusivas a Agenda Propia Nicaragua, cuando a principios de los años ochenta participó en el Comité de Solidaridad con Centroamérica y junto a Ernesto Cardenal, Gioconda Belli o Claribel Alegría y el propio Sergio Ramírez colaboró en “la defensa de la consolidación de la democracia en Nicaragua”.
En este sentido, ha vuelto insistir en que ahora son “las mismas razones” las que mueven al régimen Ortega Murillo para perseguir a Ramírez que las que en su día movieron a Somoza, por lo que, ha aseverado, eso significa que “seguimos defendiendo a los mismos valores que hemos defendido siempre”.
Por su parte el escritor Sergio Ramírez ha dedicado sus primeras palabras a agradecer al Gobierno de España el comunicado de apoyo y ha dicho sentirse “abrumado” ante la “cantidad innumerable” de mensajes de respaldo que ha recibido en estos días, algo que ayuda a “sobrellevar de mejor manera” la peor circunstancia para alguien “que ya viene de vuelta”, que es la del “exilio forzado”, saber que las puertas de su país están para él cerradas “por una dictadura enemiga de los libros”. En esta línea ha recordado que él no está perseguido como dirigente político, pues tiene muchos años de no dedicarse a esta actividad, sino porque escribió una novela “que desnuda los atropellos, violaciones a los derechos humanos y asesinatos de decenas de jóvenes en las calles de Managua y otras ciudades del país en 2018”.
Ramírez ha explicado que la represión contra él se ha dado con la censura, ya que el libro ha sido “prohibido” en Nicaragua y, además, a través de una orden de prisión argumentada en “todos los delitos posibles que caben en la invención de una dictadura” y es que, ha añadido, “las dictaduras, dichosamente, no tienen invención y responden a la mediocridad”.