El obispo de Matagalpa y preso político del régimen Ortega-Murillo Rolando Álvarez, fue condecorado con el premio “Carisma” otorgado por la Conferencia de Religiosas y Religiosos de España este dieciocho de abril.
El reconocimiento es por su “compromiso social y en particular con la iglesia de su país, perseguida” ha dicho la revista digital Vida Nueva en su sitio web.
Rolando José Álvarez Lagos, de 55 años, nació en Managua. Su padre era obrero y su madre vendía atol. Desde niño mostró vocación por el sacerdocio, sus hermanos le recuerdan agrupando a la familia en casa para celebrar misa como “el padre Miguel”, según un relato de la hermana mayor, Vilma Álvarez, a la revista Magazine, del diario La Prensa de Nicaragua.
Durante los años 80, se negó a prestar el servicio militar que exigía la revolución sandinista a los jóvenes. “Como dos o tres veces se lo llevaron preso. Y las veces que se lo llevaban llegaban a catear la casa. Nos dejaban todo alborotado. Era mucho dolor y sufrimiento ver lo que hacían […] Él nunca se involucró en la política, solo en la religión”, relató su hermana.
Para ponerse a salvo huyó a Guatemala, donde vivió como refugiado. “Nosotros pertenecimos a una generación de jóvenes que nos tocó conquistar a precio de persecución y dolor nuestra libertad”, relató a la revista de La Prensa. En Guatemala decidió ingresar al seminario católico.
A monseñor Álvarez se le ha visto visitando comunidades remotas a lomo de caballo, cocinando, limpiando pisos o bailando en alguna actividad religiosa.
En mayo 2018, Álvarez integró el equipo del Conferencia Episcopal que sirvió de testigo y de mediador en el primer Diálogo Nacional entre el régimen de Daniel Ortega y la oposición. Nicaragua vivía días de una rebelión cívica que había paralizado el país con más de cien barricadas (tranques) en calles y carreteras y marchas multitudinarias de protestas que exigían la renuncia de Ortega.
Luego de vivir persecución constante, cierre de emisoras de la diócesis de Matagalpa y de organizaciones no gubernamentales católicas, el obispo de Matagalpa fue secuestrado y condenado a mas de 26 años de cárcel y trasladado al Sistema Penitenciario Nacional de La Modelo en Tipitapa, luego de haberse negado a ser desterrado por la dictadura.
El premio “Carisma” es un balde de agua fría a la dictadura Ortega.Murillo, quien no baja la guardia en la persecución religiosa.
Ortega aprovechó este sábado un encuentro que sostuvo, en Managua, con Luo Zhaohui, presidente de la Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Cidca) para arremeter nuevamente contra la iglesia católica y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), a quienes señaló de ser vocera del imperialismo, señalando en particular a monseñor Abelardo Mata y a Rolando Álvarez, a quien condenó a 26 años de prisión luego que se negara a ser desterrado.
«Tenían de vocería a algunos líderes religiosos no todos, algunos líderes religiosos, como el famoso obispo de Estelí, cuyo nombre dice mucho, monseñor (Abelardo) Mata, era de los que atacaban abiertamente al Gobierno cuando estábamos en la época de convergencia. Otro obispo, como el de Matagalpa (Rolando Álvarez) se dedicaba a andar boicoteando y saboteando las actividades económicas y productivas en Matagalpa, y así había unos cuantos sacerdotes que no aceptan la revolución porque venían del somocismo y porque son agentes del imperialismo», apuntó durante el evento transmitido en sus medios de propaganda oficial.