Redacción AP
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó este miércoles con 26 votos a favor, una resolución sobre Nicaragua en la que pide al régimen de Daniel Ortega la liberación de las personas presas políticas, la organización de unas elecciones libres y justas con observación internacional, así como «dejar constancia de alarma por el continuo deterioro de la situación política y de derechos humanos en Nicaragua y por los esfuerzos del Gobierno de Nicaragua para subvertir el proceso electoral» dice la resolución.
Urgen al Gobierno de Nicaragua a poner en práctica sin demora los principios democráticos de la Carta Democrática Interamericana, así como de todos los estándares internacionalmente reconocidos, incluidas las reformas electorales acordadas con vistas a celebrar elecciones libres, justas y transparentes tan pronto sea posible, bajo observación de la OEA y otra observación internacional creíble.
El organismo dejó claro que según sea necesario, se emprenderán «nuevas acciones de conformidad con la Carta de la Organización de los Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana, incluyendo una evaluación de las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua en el 51º período de sesiones de la Asamblea General».
Por su parte, el delegado del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantuvo el mismo discurso que ha elevado en las sesiones del Consejo Permanente, manifestó que en Nicaragua no hay candidatos y opositores detenidos, ni mucho menos procesados.
“En nuestro país no hay un sólo candidato detenido, ni uno, no hay un solo inocente procesado, ni uno, los que están siendo objeto de procesos legales, son agentes extranjeros, identificados plenamente en nóminas de gobiernos extranjeros, que, usando las estructuras de instituciones privadas, internaron millones de dólares para destruir, matar, quebrar la economía y subvertir el orden Constitucional. Eso en Nicaragua, desde 1979, es delito de lesa humanidad y se castiga con determinación, pues es la vida del ciudadano común, el principal agredido y atacado y víctima”, dijo.
A su vez, agregó que los opositores son asesinos y destructores. «No son palomas de Basílicas las que hoy enfrentan el peso de las leyes, son instigadores, asesinos y destructores. Por menos que eso, en muchos de sus Estados, sus leyes, les aplicarían penas muy graves».
La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) celebró la resolución y declaró que los términos de ésta, expresan de forma clara que el tiempo que se le brindó al régimen de Daniel Ortega para enderezar su deriva autoritaria se terminó. «Los 26 votos a favor, exceden la mayoría calificada del sistema interamericano y abren las puertas para acciones aún más contundentes. Es importante nota que el aislamiento del régimen es cada vez mayor, lo cual es especialmente importante en los días previos a la farsa electoral.
Finalmente, la UNAB en su comunicado reitera el llamado a la población a «sumarse al rechazo internacional de la farsa electoral del 7 de noviembre quedándonos en casa y cerrando las puertas a la dictadura que nos secuestra, empobrece, humilla y enferma».
A diferencia de la última votación sobre Nicaragua en junio pasado, ninguna delegación votó en contra. Siete países se abstuvieron, y Nicaragua se ausentó.