Un grupo de periodistas y comunicadoras nicaragüenses que ha participado en el Foro Centroamericano de Periodistas 2025 alzó su voz para denunciar las graves condiciones del ejercicio periodístico en Nicaragua y exigir la liberación inmediata de colegas que han sido perseguidos, desaparecidos y encarcelados.

Las comunicadoras afirmaron que hablan por ellas mismas, pero también por “las que persisten desde las sombras, desde el aparente silencio, el exilio, el destierro o las cárceles”.

Exigen prueba de vida de Fabiola Tercero

El pronunciamiento exige “prueba de vida y libertad inmediata” de la periodista Fabiola Tercero, desaparecida desde el 12 de julio de 2024 tras un allanamiento policial a su vivienda en Managua.

Tercero, reconocida por su cobertura de temas de derechos humanos y temas culturales, fue detenida de manera irregular por agentes policiales que ingresaron a su domicilio sin orden judicial, según familiares y colegas. Desde ese día, el Estado no ha brindado información sobre su paradero, no ha permitido comunicación con su familia ni ha confirmado oficialmente que se encuentre bajo custodia.

Organizaciones de prensa y derechos humanos la consideran desaparecida forzadamente, una práctica que se ha vuelto recurrente contra voces críticas en Nicaragua.

Prensa reducida al mínimo

Las denunciantes subrayaron la drástica reducción de medios independientes dentro del país: “En Nicaragua no existen medios de comunicación escritos, y en diez departamentos del país incluyendo la Costa Caribe, no hay periodistas independientes”. De acuerdo al documento, los pocos medios que continúan operando evitan informar “por temor a la represión”.

El periodismo independiente, afirman, sobrevive desde 2018 “sin libertad, con estigmatizaciones y desprestigios”, enfrentando censura, intimidaciones, amenazas de muerte, detenciones arbitrarias y persecución, muchas veces extendida a familiares. Las mujeres periodistas, señalan, han sufrido esta situación “con más dureza”.

Exilio, desnacionalizaciones y arresto domiciliario de facto

De acuerdo con el pronunciamiento, el Estado no ha respondido a “las decenas de denuncias realizadas por diferentes organizaciones gremiales y la comunidad internacional” y más de ocho periodistas han sido desnacionalizados. Además, otras personas comunicadoras permanecen bajo arresto domiciliar de facto, y más de 300 periodistas han sido obligados al exilio.

Solidaridad regional

Las comunicadoras también se suman a la demanda de “libertad inmediata e irrestricta” del periodista José Zamora en Guatemala y señalan amenazas a la democracia y la libertad de expresión en El Salvador. Asimismo, aseguraron que siguen “con atención crítica en Costa Rica y los otros países de nuestra región”.

Una alerta que no cesa

Finalmente, advirtieron que es urgente “seguir nombrando las amenazas y vulnerabilidad de las y los periodistas y comunicadores en nuestra región y el mundo, que afecta de manera particular a las mujeres”. Y aseguraron que, pese al contexto adverso, continúan “documentando, denunciando, transformando, resistiendo y defendiendo los derechos vitales de la libertad de expresión, información y pensamiento”