Lejos de algún avance positivo, el régimen en Nicaragua profundiza en el abismo y el deterioro de los derechos humanos sigue en una espiral que parece no tener fin. Así se desprende de la actualizació n del informe del grupo de expertos de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos hecho público hoy en Ginebra donde se ratifica que el régimen de Ortega y Murillo lleva cometiendo crímenes de lesa humanidad desde abril de 2018 con una, dice el informe, total impunidad.
La dictadura no ha dejado de perseguir y encarcelar a opositores y religiosos, detalla la comunicación, que hace un especial hincapié en el ataque al sector universitario. Relata la expulsión de estudiantes así como la negación a facilitarles sus documentos y el cierre de 27 universidades.
El informe detalla también la vulneración sistemática del régimen contra nicaragüenses que se encuentran fuera del país a los que se niega el reingreso, además del despojo de nacionalidad a más de 300 personas.
El grupo de expertos ha indicado también en su informe nuevas líneas de investigación para documentar otro tipo de violaciones de los derechos humanos.
El grupo de expertos reitera su llamamiento al régimen para que les permita el ingreso al país, algo que se les ha negado sistemáticamente. Además, recomienda a la comunidad internacional que apoye a las personas expulsadas de Nicaragua y desnacionalizadas para poder regularizar su estatus allá donde recalen, así como a los estudiantes expulsados de las universidades facilitándoles el acceso a retomar sus estudios. También piden que se considere la posibilidad de integrar en universidades internacionales a académicos expulsados de Nicaragua. Por último, los expertos de Naciones Unidas son contundentes al pedir un aumento de las sanciones contra instituciones y personas involucradas en violaciones de derechos humanos concretamente contra el sector universitario.