En el primer día de su mandato, Donald Trump, el cuadragésimo séptimo presidente de los Estados Unidos y fiel a su personaje, no ha defraudado ni a propios ni a extraños con sus primeros decretos oficiales.
Trump comenzó su gobierno con una serie de órdenes ejecutivas que desmantelan las políticas de su predecesor, como terminar con «todos los programas y categorías de libertad condicional que sean contrarias a las políticas de Estados Unidos establecidas en mis órdenes ejecutivas, incluyendo el programa conocido como parole (humanitario) para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos», que ordenó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a través de una orden ejecutiva firmada esta lunes 20 de enero de 2025 por la noche, luego de asumir su segundo mandato, Trump ordenó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Trump ha dicho que la administración de Joe Biden ha admitido a miles de inmigrantes ilegales y permitido el reasentamiento. Alega que Estados Unidos «ha soportado una invasión a gran escala a un nivel sin precedentes». Por lo que su administración «reunirá todos los recursos y autoridades disponibles para detener esta inundación sin precedentes de extranjeros ilegales en los Estados Unidos», señaló.
Invasión de extranjeros ilegales y de potenciales terroristas
Una de las medidas más destacadas que Trump firmó fue la declaración de «emergencia nacional» en la frontera con México. Esto le otorga al gobierno la posibilidad de utilizar fuerzas militares para controlar la situación en esa región. Además, clasificó a varios grupos criminales, incluidos carteles mexicanos y pandillas de El Salvador, como organizaciones terroristas.
Las entradas ilegales sean bloqueadas de inmediato y comenzará con las deportaciones de «millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron», reiteró.
Con el objetivo de demoler los pilares de la democracia de lo que algunos optimistas llaman el mundo libre, está mejor preparado que nunca para conseguirlo. El Trump que llega ahora es una versión muy actualizada, es un Trump 2.0 como recién salido de un ultraservidor de X o Meta. Ya no es el hombre blanco excéntrico que solo enseñó un poco la patita en su anterior mandato.
La portavoz del partido español Podemos, María Teresa Pérez en rueda de prensa insistió en que el segundo mandato de Trump «supone una amenaza todavía más grave para el mundo» porque «las políticas de odio, de xenofobia, de racismo institucional, de misoginia y de recorte de derechos se van a ver reforzadas».
La integrante de la formación morada española agregó que Trump ha incurrido en hasta 34 delitos y que si no hubiera sido elegido como nuevo mandatario norteamericano, habría sido «procesado y condenado» también por interferencia electoral por sus maniobras tras perder la presidencia en 2020.
Nuevamente ha sido la comunidad latina, mucha de ella férrea opositora a dictaduras como la cubana, nicaragüense o venezolana, la que lo ha aupado al mismo Capitolio que azuzados por él, un grupo de paramilitares disfrazados de bisontes trataron de asaltar hace cuatro años.
La pregunta es qué piensa la comunidad latina que votó por Trump, lo que dice éste dice de sus pares, a quienes tilda, en la orden ejecutiva, de ser «extranjeros ilegales de naciones y regiones de todo el mundo entraron con éxito en los Estados Unidos, donde ahora residen, incluidos potenciales terroristas, espías extranjeros, miembros de cárteles, pandillas y violentas organizaciones criminales transnacionales, y otros actores hostiles con intención maliciosa».
Añade que «estas políticas de captura y liberación socavan el estado de derecho y nuestra soberanía, crean riesgos sustanciales para la seguridad pública y desvían recursos críticos de detener la entrada de contrabando y fugitivos en los Estados Unidos», recalca.
El parole humanitario para nicaragüenses, cubanos, venezolanos y haitianos entró en vigencia el 5 de enero de 2023 y benefició a unos 531 690 ciudadanos que pudieron entrar de forma legal a Estados Unidos, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), según informa el medio digital Despacho 505.
El programa Movilidad Segura también suspendido
Vienen tiempos recios y veremos pronto a más de un entusiasta latino votante MAGA lamentarse por haber colaborado en acelerar la llegada de un nuevo orden mundial en el que tampoco habrá lugar para él.
La suspensión del Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos por Trump, (USRAP por sus siglas en inglés), ha sorprendido a miles de personas que estaban tratando de cumplir con los requisitos del proceso, y que en 2025 serían reasentados bajo el programa de Movilidad Segura, un mecanismo impulsado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y migrantes de Nicaragua, Venezuela, Cuba, Guatemala y otros países de América Latina.
En lo que respecta a la política interna, revocó varias de las medidas de la administración anterior, sobretodo lo referido a los derechos de la comunidad LGBTQ+. En su discurso de investidura, el mandatario expresó su intención de reconocer solo dos identidades de género: masculina y femenina. Además, firmó un decreto que prohibía la inclusión de personas transgénero en las Fuerzas Armadas, lo que revoca una medida que Biden había implementado en 2021.
Amnistía Internacional en el continente americano criticó desde el punto de vista de los derechos humanos, las medidas anunciadas por el mandatario republicano y advirtió que esas políticas, las que se refieren a inmigración y solicitudes de asilo, producirán una “onda expansiva” en América Latina.
“Las sociedades latinoamericanas llevan años presenciando cómo las decisiones políticas de Estados Unidos influyen —a menudo de manera no deseada— en el ámbito local”, declaró Rodrigo Bustos, director de Amnistía Internacional Chile.
AI de las Américas señala que hay “preocupación creciente respecto al gobierno del presidente Trump”; uno es el “derecho de las mujeres a vivir sin violencia, así como el derecho a la salud sexual y reproductiva, incluido el aborto”, otro los ataques a la comunidad LGTBI y un tercero su política respecto al cambio climático.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, por su parte, recordó este martes las obligaciones de EE.UU. y otros países miembros con las libertades fundamentales de los migrantes y recordó que la solicitud de asilo es una de ellas. “Todos los Estados tienen derecho a ejercer jurisdicción en sus fronteras internacionales, pero necesitan hacerlo en línea con sus obligaciones de derechos humanos”, señaló al respecto la portavoz de la oficina con sede en Ginebra Ravina Shamdasani en respuesta a una pregunta de EFE.
Con información de Despacho 505, Confidencial, BBC