Este jueves nueve de marzo, las treinta y tres mujeres ex presas políticas de la dictadura de Daniel Ortega desterradas de Nicaragua el pasado 9 de febrero, fueron galardonadas por el Instituto Global de Mujeres, adscrito a la Universidad George Washington, con el premio “Campeonas de la Justicia”.

Tamara Dávila y María Esperanza Sánchez expresaron que “la patria la llevamos en el corazón y en la sangre y de allí nadie nos la puede arrebatar y porque vivas estamos y vivas nos queremos”.

El premio fue recibido por la excarcelada política Tamara Dávila en representación de sus compañeras de lucha. En el evento también participaron de forma presencial otras once presas políticas de Nicaragua a quienes se les retiró la nacionalidad.

Tamara Dávila durante más de un año no vio ni abrazó a su hija de seis años, situación que también vivieron diferentes personas recluidas en el centro de tortura conocido como El Chipote.

Por su parte, María Esperanza Sánchez, quien fue detenida en enero de 2020 y se encontraba recluida en la cárcel de mujeres La Esperanza, señaló que el arresto fue por defender sus derechos y era una muestra del sistema de violencia de Estado que prevalece en el país.

“En Nicaragua las mujeres siguen siendo víctimas de femicidios y de un Estado que no protege los derechos humanos, nuestro compromiso es no abandonar a nuestro pueblo, aunque nos hallan desterrado. La patria la llevamos en el corazón y en la sangre y de allí nadie nos la puede arrebatar” denunció.

Mary Ellsberg, directora del Instituto Global de Mujeres recordó que 18 de las 33 excarceladas pasaron más de un año en prisión en régimen de aislamiento y cuatro en incomunicación por su activismo contra la dictadura Ortega-Murillo.

“Son ejemplos vivos del cambio que pueden lograr las mujeres cuando se defienden a sí mismas y a las demás”, concluyó.