Muchos en el extranjero buscando mejores ingresos monetarios o exiliados huyendo del sistema político que los censura; bastante desempleados por el cierre de medios de comunicación, algunos acríticos debido a sus temores y desconocimientos, otros fundamentalistas -por lo tanto carentes de veracidad- y panegiristas mercaderes sin ética.
Un panorama infausto en un gremio mayoritariamente individualista con marcado figureo ególatra, carece de solidaridad y se encuentra dividido debido a esos males y la codicia económica y la servidumbre con quienes detentan poder.
No han logrado sostener sus organizaciones gremiales para beneficio de ellos ni avanzado en la superación profesional para emitir calidad estética y de contenido a la sociedad que consume sus publicaciones y necesita adquirir concepciones democráticas y respetar la libertad de expresión.
Muy pocos periodistas se mantienen con actitud deontológica para preservar su integridad profesional, defender la libertad de prensa, y contribuir a la transformación cultural de esta sociedad extremadamente deteriorada por la ignorancia, la miseria, y el feudalismo. Son los que menos seguidores alcanzan, puesto que sus emisiones no son tan apetecibles como las vulgares y ofensivas. La calidad siempre es minoritaria entre la podredumbre mediática.
No es un día para celebrar, sino para reflexionar cuánto aporta constructivamente o destruye el periodismo en esta Nicaragua convulsionada y atrasada.
Del blog del periodistas de Sergio Simpson