Desorden urbanístico destruye microcuencas en Bluefields

Pobladores de barrio vulnerable que quejan ante permisos que otorga la alcaldía de Bluefields para construcciones de viviendas sobre áreas de microcuencas inundables y que debería ser no urbanizable, incluso la inconformidad se ha expuesto ante el alcalde Gustavo Castro y no hay respuesta aún.

En Bluefields, cabecera municipal de la Costa Caribe Sur, se desarrollan diferentes formas de vida en espacios acuíferos que atraviesan la ciudad, como microcuencas, y humedales. Estas favorecen la diversificación de la flora y la fauna, que a su vez alimentan el ecosistema de la bahía, donde desembocan ríos y caños de las zonas elevadas.

No obstante, la poca clasificación y reciclaje de la basura que persiste en la población, origina que a la bahía no solo desemboque agua, si no también una preocupante cantidad de desechos sólidos.

Este comportamiento indiscriminado y de falta de conciencia ambiental tiene como consecuencia la inundación de diferentes barrios en la ciudad, pérdida de viviendas y cuantiosos daños materiales, que se evidencian con pocos minutos de lluvia.

Sin ver esta grave problemática ambiental y social, el desorden urbanístico forma parte del daño ambiental inducido, con la construcción de nuevas viviendas en zonas no aptas para habitar, como lo es la microcuenca que atraviesa al menos tres barrios de Bluefields y desagua en la bahía. Así obstaculiza cualquier paso abierto de agua y del componente innecesario la basura.

Supuestos permisos avalados por la Alcaldía de Bluefields dan rienda suelta para iniciar construcciones en cualquier lugar, que en esta ocasión se localizan en el barrio Fátima, uno de los sectores más vulnerables ante inundaciones.

Tal es el caso de una construcción de cemento de doble planta, que se realizó en este barrio en 2022, donde se construye una serie de baños de un hospedaje.

Según los afectados ambas construcciones obstaculizan el paso de agua de la microcuenca donde si bien el resultado no se ve ahora (tiempos de sol) se hace palpable en el crudo invierno, con lluvias que desbordan la ciudad en treinta minutos.

Para la ecóloga costeña Gladys Luna este problema ha crecido con el paso de los años debido a diferentes factores, como estas construcciones orientadas al riesgo ambiental y humano.

La falta de urbanización planificada y con el objetivo de preservar los sistemas de agua desde las instituciones públicas, es un fragmento de la raíz del problema de las inundaciones.

En Bluefields se localizan unos doce puntos críticos según el último registro de Cruz Roja, cuando se atendió el paso del huracán Julia. Sin embargo, con cada evento climatológico se localiza nuevos sectores y población vulnerables.

En la última tormenta tropical se localizaron más de 160 viviendas afectadas solo en el barrio Fátima. Ante la problemática, las familias hicieron un llamado a las autoridades a ser más sensibles con el ambiente y el riesgo al que está expuesto cada habitante al otorgar permisos de construcción en zonas no aptas para habitar.

Las y los pobladores han perdido la esperanza porque expusieron la situación al mismo alcalde Gustavo Castro Jo, y hasta la fecha no les ha dado respuesta.