En Nicaragua hay esperanza

 


Redacción AP

Ramón Muñoz Castro, presidente de la Red Internacional de Derechos Humanos (RIDH) en Ginebra apuntó, en un encuentro virtual este 20 de abril llamado Voces desde el exilio voces de esperanza. Nicaragua unida para definir su futuro, que es un convencido de que en Nicaragua a cuatro años de la insurrección cívica y pacífica de 2018, hay esperanza.

«Fue una crisis que llegó muy rápidamente a posicionarse en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, mucho más rápido de lo que se posicionó Venezuela en su momento, fue un grito de alarma en el que contribuimos desde la Red Internacional y otras organizaciones en aquella época, y se logró mantener en la agenda del Consejo de Derechos Humanos esta crisis y que desde luego en Europa han sido parlamentarios amigos y las autoridades europeas han mantenido en su agenda el tema de la crisis y las violaciones y de la ausencia del Estado de derecho en Nicaragua porque no hay justicia independiente y los órganos del Estado están cooptados por Daniel Ortega y sus aliados» afirmó Ramón Muñoz Castro.

El representante de la RIDH agregó que hay esperanza porque hay una sociedad civil activa que logró salir del país, «con una enorme capacidad de resiliencia y que sigue trabajando por Nicaragua, para llegar a obtener nuevamente las condiciones democráticas necesarias para vivir en un país justo y en un país incluyente para todos los nicaragüenses; el apoyo de la comunidad internacional», como los mecanismos que ésta ha ido creando como las sanciones de la Unión  Europea poco a poco.

El marco de la conmemoración del cuarto aniversario de la crisis de abril 2018, Muñoz lamentó las nuevas cancelaciones de personerías jurídicas a 25 organizaciones por parte de la Asamblea Nacional al servicio del régimen Ortega-Murillo, señaló que este hecho no les detendrá en seguir levantando la voz para defender a las personas en Nicaragua y defender los derechos humanos desde el exterior, desde Nicaragua.

En el evento participaron activistas y defensores de derechos humanos en el exilio y de derechos ambientales, quienes expusieron y demandaron acciones concretas a los europarlamentarios presentes en la actividad como Soraya Rodríguez, de la Sub Comisión de Derechos Humanos, Javier Nart miembro de Comisión de Asuntos Exteriores y Alicia Homs del grupo de la Alianza Progresista Socialistas y Demócratas en la institución.

Haydeé Castillo de la agrupación Nicaragüenses en el Mundo señaló que en un país donde el poder judicial lo que hace más bien es justificar la aniquilación de los derechos humanos, la defensoría de derechos humanos se convierte en una necesidad vital para la vida.

Amaru Ríos, de la Fundación del Río declaró que el exilio es una manera de resistir activamente a las violaciones de derechos humanos que suceden en Nicaragua. El compromiso «continúa con la búsqueda de libertad, de justicia y democracia de Nicaragua» manifestó.

Mencionó que la cancelación de las más de 170 organizaciones civiles por el régimen Ortega-Murillo significará más empobrecimiento para el país porque han sido fuentes de desarrollo. Lo que demuestra que el régimen, dijo, no quiere que nadie atente contra sus políticas públicas extractivistas «no quiere que haya desarrollo en las comunidades, no quiere atención a estos grupos vulnerables, eso es lo que realmente quiere el régimen, mantener su estatus quo de falta de acceso de justicia, a los valores democráticos que el nicaragüense desea y por los que ha luchado».

A pesar de estas acciones hay esperanza de seguir acompañando a las comunidades indígenas y denunciar el genocidio en las zonas más alejadas de Managua, «es importante continuar en esta lucha… es importante que se hable de los temas ambientales y los derechos a las comunidades indígenas», expresó.

Entre tanto la defensora de derechos humanos Wendy Flores del Colectivo Nicaragua Nunca Más registra al menos 185 personas presas políticas, de las cuales 14 son mujeres, 44 personas han sido recapturadas por segunda ocasión y sometidas a tratos crueles e inhumanos, han sufrido tortura, violaciones como el derecho a la defensa, a las garantías del debido proceso, sometidos a audiencias judiciales en salas de una unidad policial lo que evidencia la falta de independencia del poder judicial, utilizándolo como instrumento de represión política.

Resaltó que a partir del 10 de enero Nicaragua cuenta con un gobierno ilegítimo «porque no contó con un proceso electoral que permitiera a los nicaragüenses el derecho a elegir y ser electos, porque no hubo elecciones libres y transparente, porque rechazaron la observación nacional e internacional y provocaron una abstención alrededor de un 80%». 

Ante el panorama de represión y del estado policíaco que vive el país, desde el Colectivo NN+ manifiesta que les llena de esperanza la conformación del mecanismo de investigación creado por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y ha generado expectativa en cuanto a una participación beligerante de la comunidad internacional con estas y otras acciones, que se puedan implementar para que Nicaragua vuelva al camino de la libertad y la democracia.

Para Haydeé Castillo, el pueblo de Nicaragua no espera que la comunidad internacional resuelva los problemas que enfrenta el país, pero «cuando hay un secuestro al mejor estilo del crimen organizado, no podes romper esas cadenas en soledad, por eso la comunidad internacional no debe esperar a que siga corriendo la sangre y asumir su responsabilidad en defensa de los derechos humanos que son universales», expresó.

A su vez, manifestó que las resoluciones de las sanciones individuales hacia operadores del régimen aprobadas por la Unión Europea no debe ser la única acción para debilitar al régimen, «hay que actuar como si fuese su propia vida la que está en peligro».

Sobre el Acuerdo de Asociación entre Europa y Centroamérica (ADA), Castillo expresó que la economía no puede estar por encima de los derechos humanos, es algo que tiene que ir unido. El ADA «no puede estar basado solo en lo comercial, la comunidad internacional debe repensar la manera en que enfrenta la situación de Nicaragua», y demandó la creación de una comisión internacional multilateral para iniciar una intensa jornada de liberación de las personas presas políticas.

Ante la interrogante a los tres eurodiputados de si existe una estrategia para Nicaragua para lograr un cambio por la alta represión que enfrenta, la eurodiputada Soraya Rodríguez dijo que lo que hay es una respuesta clara a la represión del régimen de Ortega-Murillo. Mencionó que el Servicio Exterior de la Unión Europea había publicado la actualización anual de derechos humanos donde se condena al sistema de justicia de Nicaragua, por convertirse en un brazo del régimen.

La respuesta ha sido una resolución después de las votaciones de noviembre de 2021 donde no reconocen a ninguna autoridad que haya surgido de la farsa electoral. Recalcó que incrementaron las  sanciones hacia Ortega-Murillo, «son sanciones individuales. Nosotros pedimos que había que sancionar a Ortega, Murillo y su familia, que han convertido a Nicaragua en una sociedad anónima de la corrupción y crimen organizado».

Rodríguez explicó que se pueden hacer más acciones para aislar al régimen, por eso «desde el Parlamento está la resolución, que el Grupo de Acción Financiera Internacional GAFI establezca la coordinación necesaria con la Oficina de Control de Activos Extranjeros con el fin de garantizar  la seguridad financiera internacional frente a las operaciones ilícitas de este régimen», sostuvo

A su vez detalló que pidieron al Servicio de Acción Exterior (SEAE) como a los Estados miembros que apoyen a la sociedad nicaragüense en el exilio. «La Unión Europea trabaja con Costa Rica para apoyar a las comunidades nicaragüenses pero pensamos que debemos dar protección internacional a todos aquellos periodistas, activistas, que han huido del país porque podrían ser encarcelados y podrían perder sus vidas».

El eurodiputado Javier Nart quien se considera un «optimista escéptico» con vínculos desde los años 80 con Nicaragua, describió que Daniel Ortega y Rosario Murillo no son un problema político sino un problema psiquiátrico. «Es una cuestión de un matrix interno en el que están perfectamente rodeados de su propia meta verdad, de su propia aparente verdad impermeable a cualquier raciocinio y en consecuencia en la certeza y convicción que es correcto y perfecto». 

A su vez, Nart se refirió al empresariado nicaragüense, quienes coludidos con el régimen, se benefician de éste, «estos sí que saben lo que están haciendo y tienen también que purgar por ello», manifestó.

Por otro lado, la eurodiputada Alicia Homs, dijo que a pesar de los múltiples problemas que atienden las instituciones europeas, no pierden de vista la situación de Nicaragua. Considera que la UE no debe perder la comunicación con el régimen porque «si no se consigue hablar con ellos no habrá forma de encontrar soluciones a este problema…. un canal de comunicación, un diálogo con el régimen para intentar hacerles recapacitar», expuso, para intentar conseguir la liberación de las personas presas políticas y conseguir la democracia.

Los eurodiputados finalmente expresaron que no hay que perder la lucha en favor de los derechos humanos. Subrayaron la importancia de la unidad de la Unión Europea con otros países que están siendo claros con Nicaragua, necesaria para ponerle solución al problema.