Familiares de personas presas políticas confirman que su salud está deteriorada

 


Redacción AP

Familiares de personas presas políticas detenidas en el Complejo Policial Evaristo Vásquez conocido como el «Nuevo Chipote», informaron a través de un comunicado que “el deterioro físico y psicológico continúa debido a la alimentación no balanceada, falta de acceso regular a luz solar y sobre todo el aislamiento e incomunicación”.

Los familiares de los presos y presas políticas denunciaron el aislamiento prolongado, las torturas físicas y psicológicas y el continuo deterioro de salud de sus parientes encarcelados injustamente.

Indicaron además que la condición de salud de Roger Reyes, quien ha presentado depresión, ansiedad y pérdida de memoria, “continúa siendo grave y aún no ha recibido la atención especializada de un psiquiatra” a pesar de haberlo solicitado en múltiples ocasiones.

Por su parte familiares de la activista política y defensora de derechos humanos Violeta Granera, señalaron que su salud sigue deteriorándose, pues no recupera su peso, se han agudizado sus problemas dentales, continúa sometida a interrogatorios diarios, se ha agravado su capacidad para alimentarse, tiene problemas de azúcar debido a su mala alimentación y muestra un estado emocional “muy alarmante”.

Además, indicaron que en casos como el de los presos políticos Víctor Hugo Tinoco, Irving Larios y Dora María Téllez las represalias políticas incluso han llegado en la privación del derecho a sus pensiones de seguridad social, con la cual sus parientes asumen los gastos familiares cotidianos.

Mientras tanto, este martes 25 de enero, familiares de algunos presos políticos pidieron la intervención de la iglesia católica para encabezar un proceso de “unificación ciudadana” que permita construir puentes, de tal forma que los 170 presos políticos sean liberados.

“Apelamos a los gobernantes y a las fuerzas vivas de la nación, así como a nuestra Iglesia para que encabecen y apoyen un proceso de unificación ciudadana, dispuestos a construir puentes, dispuestos a escucharnos los unos a los otros para así comenzar a desarmar la desconfianza mutua que por siglos nos ha dividido”, dijo Martha Urcuyo de Chamorro esposa de Pedro Joaquín Chamorro Barrios.