El Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos, denunció la actual situación de la presa política Olesia Anielka Muñoz Pavón, de 52 años, quien lleva 755 días en prisión y presenta rasgos deteriorados en su salud física y psicológica.
Olesia, originaria del municipio de Niquinohomo y corista de la iglesia Santa Ana, fue detenida por segunda vez en abril de 2023.
La denuncia que ha realizado el GREX visibiliza la violencia sistemática a la que son sometidas las personas presas políticas en Nicaragua, “hace un par de meses colocaron verjas en el techo y donde ellas sacaban la cabeza para ver hacia los pasillos, también pusieron más verjas, por todo eso les da una sensación de un encierro innecesario, sumado al calor que hay ahí. Las tienen con una movilidad muy reducida”, denunció la organización.
“Olesia, es diabética e hipertensa y sus niveles de azúcar se mantienen inestables. Por motivos desconocidos se ha vuelto hipersensible a los productos de limpieza, que le provocan enrojecimiento y alergia”, denunciaron, además “es propensa a sufrir depresión. Requiere atención médica especializada sin que haya la mínima intención de procurársela”.
La situación carcelaria de Olesia se agrava por la pérdida de bienes y recursos durante sus dos detenciones, afectando la economía familiar, quienes según esta organización “solo le llevan comida una vez al mes, no le pueden llevar cada quince días, porque no les da la cuenta”.
El Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos aclaró que si bien no hay maltrato físico contra Olesia y las otras reclusas, el ambiente es tenso por las condiciones carcelarias y que la mayoría supera los 50 años de edad, lo que las hace más vulnerables.