Población guatemalteca tiene muchas preocupaciones con el proceso electoral

El pasado 20 de enero, el Tribunal Supremo Electoral, TSE, de Guatemala, convocó oficialmente a elecciones generales, las cuales finalizarán el próximo 25 de junio de 2023 en la primera vuelta. 

La población lidiará, probablemente confundida por lo engorroso de votar en cuatro boletas, para elegir a quien ocupe la primera magistratura del país, a 160 personas para igual cantidad de escaños en el Congreso Nacional, a 340 personas que estarán al frente de las alcaldías municipales, y 20 diputaciones para el Parlamento Centroamericano, Parlacen.

El Tribunal Electoral de Guatemala lanza ala convocatoria a elecciones generales

Dada la importancia de tales comicios para la población chapina y para la de toda Centroamérica, Agenda Propia dedicó su edición del tres de febrero, a analizar estas nuevas votaciones a la luz del sistema democrático, con dos periodistas independientes. 

Para Nelton Rivera, del medio alternativo de comunicación Prensa Comunitaria, “el pueblo guatemalteco llega a unas elecciones de regresión autoritaria, es difícil hablar de democracia y proceso democrático cuando las principales Cortes del Estado están copadas por redes que promueven impunidad, cuando los magistrados del Tribunal Supremo Electoral no tienen idoneidad para estar ocupando esos cargos”. 

Aunque hay gente que considera estas elecciones generales como democráticas porque van a participar más de 28 partidos políticos. Sin importarles que las boletas serán similares a las sábanas o ropa de cama, o que buena cantidad de población muy probablemente solo conozca a las personas candidatas para las alcaldías porque son quienes más se evidencian en los territorios, no así en el caso de las diputaciones al Congreso, y menos aún diputaciones al Parlamento Centroamericano.

Rivera considera que la ciudadanía guatemalteca llega al proceso con muchas preocupaciones. “Estas  elecciones podrían ser un quiebre en la historia democrática del país”; a su juicio, se está perdiendo la democracia, “y esta elección puede marcar la consolidación del autoritarismo en Guatemala, ya el TSE está dando muestras de muchas arbitrariedades”. 

Una de las injusticias más conocidas cometidas por el TSE, es el rechazo a la inscripción de la candidatura a la presidencia de la líder indígena Thelma Cabrera y del exprocurador de DH Jordán Rodas, a la vicepresidencia. 

Según Nelton, es una muestra de cómo están manipulando la Ley de Partidos Políticos y como se excluye una propuesta electoral que tiene la simpatía de muchísimas personas defensoras de DH y un montón de pueblos de Guatemala. 

Pareciera que se busca favorecer la continuidad de quienes dirigen el país en complicidad con la oligarquía comprometida con desmantelar toda la capacidad del Estado para investigar la impunidad y la corrupción en el país y juzgar a quienes cometen o están implicados en tales delitos, “lo cual se ha venido observando con el desmantelamiento de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, la desarticulación de las principales investigaciones que había en el país contra la corrupción y la impunidad, la expulsión de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, entre otras” señala el periodista de Prensa Comunitaria.

Al cuatro de febrero de 2023 ya once partidos han presentado sus documentos y listados de sus candidaturas presidenciales ante el TSE y cuatro fórmulas presidenciales han sido oficializadas; Sandra Torres, empresaria, exprimera dama y candidata presidencial en 2015 y en 2019; Zury Ríos, diputada por cuatro legislaturas, y la no inscrita aún, la líder indígena Thelma Cabrera, que reúne muchas simpatías, son las únicas mujeres que hasta hoy aparecen en la lista electoral.

Colegio electoral en Santa Cruz Chinautla, Guatemala.ORLANDO ESTRADA (AFP)

En ese contexto se realiza el proceso electoral en Guatemala. Hay mucha desconfianza de la población en el TSE.  Para Marlon Caldera, periodista free lance, “este proceso viene viciado, es parte de una descomposición que no es nueva. El TSE, la Ley de Partidos Políticos han venido sufriendo modificaciones que precisamente dan paso a lo que estamos viviendo“ explica Caldera.

El TSE anunció que del 20 de enero pasado hasta el 26 de marzo 2023, se hará la inscripción de personas candidatas a los diferentes cargos y hasta el 23 de junio se iniciará la campaña electoral. Pero, partidos y candidatos, bajo pretexto de actividades de afiliación, realizan a sus anchas desde ya la campaña en redes sociales, mitines, giras a los municipios, así como la promoción de figuras políticas, en un ambiente no favorable para los derechos humanos y bajo la sombra de un gobierno que se empeña en perseguir a la prensa independiente. 

El Tribunal Supremo Electoral no monitorea la campaña ilegal que en este momento realizan los partidos políticos y por ende no sanciona absolutamente a nadie.

Crisis se profundiza 

El TSE ha reconocido que firmó un convenio con el ejército para trasladar información del padrón electoral; ambas instituciones justifican que se transferirá únicamente datos de efectivos militares que causen baja en la institución armada, pero el anuncio genera sospechas pues no se conocen sus detalles.

El ambiente es cada día más sombrío. Organizaciones de la sociedad civil han emitido un comunicado en el que exigen al TSE despeje las dudas sobre este convenio haciéndolo público. “Los magistrados y magistradas no deben ceder a las presiones del gobierno, porque socavan la independencia del TSE, asimismo, deben asegurar la democracia y transparencia de sus actuaciones y decisiones”, se lee en el comunicado.

Por otro lado, las irregularidades que se están cometiendo en el proceso electoral, como la inhibición por el TSE de la candidatura de Thelma Cabrera y del exprocurador de DH Jordán Rodas, “serán resueltas en las Cortes” firma Nelton Roldan, pero cunde la incertidumbre de si se respetarán los derechos constitucionales de la ciudadanía o dichas instancias se sumarán a las arbitrariedades. 

Es una paradoja la inscripción de Zury Ríos para participar en las presidenciales. Es hija del dictador guatemalteco procesado por genocidio, Efraín Ríos Montt, y quien llegó a la presidencia por un golpe de Estado. Esto constituye un peligro para la región, genera una tensión más a los problemas socioeconómicos que ya se viven.

Zury Ríos candidata presidencial del partido Valor-Unionista.El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala ratificó la candidatura presidencial de Ríos, hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt, tras descartar tres recursos de impugnación que habían sido presentados en su contra para evitar que participara en las elecciones generales del próximo 25 de junio.

¿Por qué Zury Ríos sí, pero se inhibe a la líder indígena maya Thelma Cabrera? Probablemente tiene que ver con las propuestas de transformaciones para el país que el Movimiento de Liberación de los pueblos, que representa, ha planteado la refundación del Estado y la instalación de una nueva Constitución Política, así lo afirma Nelton Rivera, son temas que transforman la estructura del país y ponen el pelo de punta a la oligarquía guatemalteca, temas que no le gusta tocar, ven el fantasma de perder privilegios, de perder la propiedad privada y otras cosas más. “Es es lo que hace que muevan todas sus fuerzas para poner un cerco a la candidatura de Thelma” agrega Nelton. 

“Estamos viendo a un TSE consolidando el fraude para garantizar la continuidad del régimen oligárquico en el país. La candidatura de Thelma y de Jordan Rodas les hace tambalear”, agrega Rivera. Pareciera que todos los poderes fácticos se están coludiendo para que no participen en el proceso.

El contexto de estas elecciones en Guatemala es complejo. De ahí que la ética en la administración pública guarde mucha importancia. “Si hay una crisis democrática en el país, ya que no se puede tener un proceso electoral transparente, tenemos una crisis ética. Acá se ha venido fraguando la cooptación de poderes, se ha venido cerrando el anillo de poder, y cuando tenemos un Estado que está actuando de esta manera, también tenemos una crisis ética” señala Marlon Caldera.

Y es que el ejército guatemalteco, a quien se le conoce por sus violaciones de derechos humanos, no está al margen del proceso electoral, “en los partidos políticos hay presencia de muchos militares de baja, señalados de delitos de lesa humanidad en la guerra. Hay todo un movimiento de militares que  intenta desmantelar las investigaciones de justicia transicional y evitar que más oficiales sigan siendo juzgados. Muchos oficiales del ejército se vincularon a las redes de narcotráfico. Actualmente están involucrados en dinámicas de corrupción” explica Nelton Rivera.

Los militares son como una mano pachona en el proceso, aunque la institución castrense ha tratado de mantenerse fuera de la discusión pública en cuanto a las elecciones y dice ser respetuoso de la democracia, de la autonomía del sistema electoral, pero ha sido por mucho tiempo el respaldo de gobiernos inmorales.

¿Y las municipalidades? Bien, gracias

La falta de idoneidad de muchas personas candidatas abarca también a las alcaldías. “Hay personas que han estado ligadas al narcotráfico y que lo han aceptado públicamente, en medios de comunicación han salido publicaciones acerca de ello” indica el periodista Marlon Caldera.

Poco se dice a nivel internacional de las candidaturas a las alcaldías municipales, pese a que se va a elegir 340 alcaldes o alcaldesas. Lo tratan como un asunto local, opina el periodista Nelton Rivera. 

Las candidaturas municipales más conocidas son las de Ciudad Guatemala. “Se ha puesto en movimiento la campaña dentro de la ciudad, con obras donde se ve de todo, pasos a desnivel, recarpeteo de calles, pintada de rótulos, están haciendo de todo, hasta los postes de luz han pintado. Quieren mostrar que la alcaldía de Guatemala está haciendo algo” precisa el periodista Caldera.

Una cosa similar ocurre en diversos municipios del país. Hay campañas populistas de algunos partidos encaminadas a sufragar necesidades de la población. Nelton Rivera señala que regalan láminas de zinc, dan paquetes alimenticios, hacen almuerzos o comidas en algunos territorios. Recurren a este tipo de artificios para hacer un tipo de persuasión con electores y electoras de esos lugares, agrega Marlon Caldera.

Como en Nicaragua, hay personas que han usado recursos del Estado para hacer giras de propaganda electoral. Se conoce de la destitución de algunos funcionarios públicos hace algunos meses, que estaban haciendo campaña con bienes estatales, y pensaban postularse a diferentes cargos, pero no por el partido de gobierno. 

De acuerdo a lo expresado por Nelton Rivera, en Guatemala, la cultura política electoral imperante hace que se activen muchos partidos políticos para las elecciones, sin embargo pasadas las mismas esos partidos duermen o desaparecen.  “Diferente a lo que pasa tal vez en Nicaragua, en su mayoría los partidos se mantienen, tienen sus casas de campaña, hacen una vida de partido político fuera del poder” valora el periodista Caldera. En Agenda Propia nos preguntamos si ello hace democráticos los procesos electorales.

También se da la transmutación o metamorfosis partidaria. Hay figuras o líderes de un partido político, que repentinamente aparecen en otro. 

Otro problema son los requisitos para las candidaturas, ya que no cuestionan la calidad y la idoneidad de cada persona. En declaraciones públicas, el TSE ha dicho que cumplen ya que son oriundas de Guatemala y saben leer y escribir. Además, las personas candidatas son las mismas, muchas se postulan infinidad de veces hasta conseguir el cargo, como en el caso del actual presidente. Según Marlon Caldera esto indica una “carencia de nuevos liderazgos” pero también es “parte de un sistema dentro de los partidos para favorecer a ciertas figuras”, tal es el caso de Sandra Torres y de Zury Ríos.

Caldera ha conversado de esta situación con otros y otras colegas, quienes también manifiestan que hacen falta nuevas caras o nuevos liderazgos que quieran postularse.

Por su parte, la sociedad civil y los movimientos sociales de Guatemala han planteado la urgencia de hacer reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, lo cual es bastante dificil con un Congreso cooptado por la corrupción. Para Marlon Caldera “Guatemala lo necesita para que pueda desarrollar un proceso electoral sin vicios”.

Vamos, el partido que llevó a Alejandro Giammattei a la presidencia de ese país, ha reconocido su estrategia de organizar en sus filas a 200 alcaldes que aportarían cinco mil votos cada uno, para alcanzar un millón de sufragios en pro de su candidatura presidencial, y al menos diez escaños en el Congreso, con la promesa de aprobar obras municipales, para variar, y la reelección para quienes se unan a la política del continuismo.

Hay mucho tráfico de influencias, mucha corrupción en el proceso electoral guatemalteco. “Algunos candidatos y candidatas a la presidencia o a otros cargos, no tienen su finiquito, pero una vez que salen electos, por obra y gracia del espíritu santo, presentan el finiquito” explica el periodista Marlon Caldera y agrega que “esto hace que la población tenga mucha desconfianza de un proceso electoral que no presta las condiciones de transparencia idóneas para que puedan sentirse representados y representadas ante los resultados de estos comicios”.

El desafío de este proceso electoral es de la ciudadanía, para recuperar el Estado de la corrupción.