¿Qué se necesita para que el cambio sea inevitable?

La población nicaragüense vive una crisis sociopolítica agudizada desde 2018 por las violaciones a los derechos humanos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, caracterizadas muchas como crímenes de lesa humanidad por organismos internacionales de derechos humanos.

La situación empeora día cada día, el agotamiento y el hartazgo de la población por las políticas de la dictadura han generado la resistencia ciudadana, ejecutada con mucha creatividad por personas adultas y jóvenes, y hasta adolescentes.   

A la par, el 20% del total de la población, según el economista Manuel Orozco, ha migrado. Se van sigilosamente hacia diversos países, entre ellos a Estados Unidos para evitar la pobreza extrema. Dejan el país por las dificultades económicas y las proyecciones desfavorables para el futuro inmediato, también por la represión y la persecución política.

La crisis sociopolítica ha provocado que sectores económicos altos experimenten deterioro; hay incremento del desempleo, de la pobreza y de la informalidad.

La dictadura Ortega-Murillo mantiene un Estado policial y la persecución. Prosiguen las detenciones ilegales y arbitrarias. Esto obliga al liderazgo político a realizar acciones urgentes. El país no aguanta más. De eso conversamos con la feminista Azahales Solís, integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres