Una dictadura «cristiana» que no cesa su odio hacia la Iglesia Católica

En Nicaragua, la tradición de las procesiones de viacrucis ha sido parte integral de la cultura y la religión durante décadas. Estas procesiones, han sido un símbolo de devoción y fe para muchos nicaragüenses. Sin embargo, recientemente, esta práctica ha sido objeto de controversia debido a su prohibición por parte de la dictadura Ortega Murillo.

“Una dictadura criminal que ni en cuaresma cesa su odio en contra de la Iglesia Católica. En Nicaragua, más de 400 viacrucis no realizaran su recorrido habitual este viernes de cuaresma 2024. Algunas diócesis recibieron un permiso «a medias» de parte de las autoridades”, explicó Molina en su cuenta de X.

La decisión de prohibir las procesiones de viacrucis ha generado un intenso debate en todo el país. En León y Chinandega, las dos principales ciudades con una alta tradición de piedad popular arraigada desde tiempos de la conquista critican esta prohibición, argumentando que se trata de una restricción injusta a la libertad religiosa y cultural.

“las procesiones son una expresión legítima de la fe de las personas y que su suspensión privaría a la comunidad de una práctica arraigada en su identidad cultural y espiritual, eso es lo que quieres hacer desde la crisis de 2018, y a eso se le suma el espionaje y la persecución religiosa que vivimos” afirmó a Agenda Propia un feligrés de la iglesia El Calvario de León.

Desde el 2022, sacerdotes de otras diócesis de Nicaragua han denunciado ser víctimas del espionaje durante las homilías, realizan fotografías, graban los sermones y presionan a la Iglesia católica nicaragüense que con prudente silencio sobrelleva las consecuencias de la violenta persecución que ejerce el régimen a través de los operadores políticos.

En la víspera de este Miércoles de Ceniza, la investigadora Martha Patricia Molina aseguró que la situación de la Iglesia católica nicaragüense «continúa siendo adversa», pese a la aparente «paz».

«Pareciera que han regresado a la paz y que no está ocurriendo nada. No es así. Los policías y miembros de la temida Seguridad del Estado están visitando a los sacerdotes en sus parroquias y casa curales, cuando ellos consideran que no hay presencia de fieles que den fe de estos asedios», denunció Molina, autora de «Nicaragua: una Iglesia perseguida», un informe que sistematiza la persecución religiosa en el país a partir de 2018.

¿Cuál es el impacto en la cultura de la gente estas prohibiciones?

“Juana” es una gestora cultural de Granada, desde su niñes ha participado de las procesiones, que “son el elemento central de la Semana Santa en Granada. Durante toda la semana, diferentes cofradías y hermandades religiosas organizan procesiones que recorren las calles de la ciudad. Los participantes llevan imágenes religiosas, estandartes y cruces en un desfile solemne y reverente que refleja la pasión de Cristo. Estas procesiones a menudo cuentan con música sacra, cánticos y oraciones que acompañan el recorrido” explica.

Lo que para una socióloga que accedió a hablar en condición de anonimato esto es “una movilización social que es caldo de cultivo para que la gente canalice la inconformidad con el régimen de Daniel Ortega y su esposa a través de las peticiones que se hacen y eso es un factor movilizador de conciencia” expresó.

“Cuando en una estación de un viacrucis con presencia de mas de 200 personas o más, se pide por los migrantes del barrio, por las familias pobres que no tienen que comer, por los enfermos, estas convirtiendo una oración en una acción política y eso es una energía catalizadora para la situación que vivimos las personas que estamos dentro de Nicaragua” reflexionó.

El análisis que hace la socióloga concuerda con el modo de operar del régimen y la manipulación que hacen a través de la fe, Juana cuenta que “en algunas comunidades de Granada, se llevan a cabo representaciones vivientes de la Pasión de Cristo, donde los habitantes recrean los eventos bíblicos relacionados con la crucifixión y resurrección de Jesús. Estas representaciones suelen ser muy emotivas y cuentan con la participación de actores locales que interpretan los roles de personajes bíblicos como Jesucristo, la Virgen María, los apóstoles y los soldados romanos” manifiesta, pero primero con la pandemia, luego con la represión todo eso ha ido decayendo.

“Ahora vemos a la Juventud Sandinista haciendo lo que hacían antes los grupos de jóvenes en las iglesias” expresó.

Con una incertidumbre sobre el rumbo del país, los sacerdotes y religiosas acompañan a las comunidades, “con el ánimo y la valentía que experimentamos desde las comunidades cristianas de toda Nicaragua que, en medio de la adversidad, continúan en resistencia desde la fuerza permanente del Evangelio de Jesús” como lo expresaron en una carta publica firmada el pasado 01 de febrero.