Salomón Manzanares C.
El domingo 19 de noviembre Nicaragua dejó de ser oficialmente miembro de la Organización de Estados Americanos, OEA, cuando se cumplen dos años desde que el Ministro de Relaciones Exteriores Denis Moncada Colindres presentara el 19 de noviembre de 2021 la solicitud formal para salir de la OEA, luego de que la Asamblea General señalara como “ilegítimas” las votaciones del 7 de noviembre celebradas ese mismo año en Nicaragua.
«Con instrucción del compañero presidente Daniel Ortega Saavedra, comunicamos a ustedes, al pueblo de Nicaragua ya la comunidad internacional que hoy viernes 19 de noviembre a las 8 de la mañana, enviamos al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro L. , denunciando la carta de la Organización de Estados Americanos, OEA. Estamos denunciando y desvinculándonos de esta organización, dando por terminado el vínculo entre el Estado nicaragüense y la OEA”, dijo el representante orteguista en noviembre de 2021.
Moncada Colindres, con pura falacia, en la carta alegó que “los poderes del Estado, Legislativo, Judicial y Electoral son independientes entre sí y responden a los intereses de la nación”, por lo tanto, solicitaron al régimen de Ortega -Murillo la denuncia y renuncia de la OEA.
La renuncia, argumentada por el servidor de la familia dictatorial, se debía por “injerencismo e intervención”, en los asuntos de Nicaragua. Sin embargo, su manifiesto fue posterior a los resultados de las elecciones en noviembre de 2021, cuando Daniel Ortega y Rosario Murillo «ganaron» una vez más la presidencia, siendo candidato único, ya que para lograrlo hubo que encarcelar a seis precandidatos a la presidencia. .
Este 20 de noviembre el embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Mora, declaró que con la decisión, Nicaragua queda aislada de la comunidad internacional tras su salida oficial de dicho organismo.
«Los que apoyan al régimen son pocos y muchos de ellos están fuera del hemisferio” occidental, señaló a varios periodistas.
A su vez, reconoció que la OEA “no tiene” herramientas para presionar económicamente a Nicaragua, pero aseguró que la organización seguirá ejerciendo “presión política y diplomática” al régimen de Ortega por las denuncias de abusos a los derechos humanos y ataques a la libertad de expresión
Por su parte, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos manifestó que el régimen queda aún más aislado, “la retirada del régimen de Ortega y Murillo de la OEA es un paso más hacia la democracia y aísla aún más a Nicaragua de la comunidad internacional. Apoyamos los llamados de los nicaragüenses a favor de las libertades fundamentales, los derechos humanos y la democracia”. Miller también publicó en X, un comunicado de prensa en el cual señala que el régimen Ortega-Murillo trata de “evadir responsabilidades” y Estados Unidos reitera nuestro apoyo al pueblo de Nicaragua y su búsqueda de libertades fundamentales, derechos humanos y democracia”, manifestó .
«Las acciones de Nicaragua son una afrenta al compromiso del hemisferio occidental con la democracia. A pesar de la renuncia de Ortega y Murillo a la Carta de la OEA, Nicaragua sigue sujeta a sus obligaciones de derechos humanos y gobernanza en virtud de los tratados e instrumentos restantes, incluida la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Estados Unidos, trabajando con nuestros socios en la OEA, continúa revisando todas las herramientas disponibles y apropiadas para responsabilizar a Ortega, Murillo y sus sustitutos por sus acciones. Renovamos nuestro llamado a las autoridades nicaragüenses. a cumplir con sus obligaciones y cumplir las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, dice el comunicado.
Salir de la OEA no quita derechos para seguir denunciando
Agenda Propia Nicaragua consultó a Danny Ramírez-Ayérdis, abogado nicaragüense en el exilio, especialista en derechos humanos, quien explicó que el retiro de Nicaragua de la OEA, genera una crisis profunda para el Gobierno de Ortega y Murillo profundas, «porque dan cuenta del carácter antidemocrático y alejado del derecho internacional, ya que éste impone reglas claras. La retirada de Ortega y Murillo de la OEA, porque no es el Estado, sino de dos señores dictadores, está haciendo quedar mal al Estado de Nicaragua al retirarse de ese foro al que siempre se ha pertenecido”.
Agrega que la salida del organismo es por presión para que se respeten los reglamentos que velan por los derechos humanos.
El abogado enfatiza que la población puede seguir denunciando la violaciones a los derechos humanos que comete la dictadura. “El hecho que haya salido de la OEA, no significa que no acudan a la Comisión de Derechos Humanos y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, asegura Ramírez. Estas instancias de protección están abiertas a darle seguimientos a todos los casos donde se denuncie al gobierno nicaragüense.
Nicaragua vive una crisis socio política y económica que se agudizó en abril de 2018, misma que ha llevado al encarcelamiento y al exilio a miles de nicaragüenses, mientras que otros en el país están presos o viven en zozobra en sus puestos de trabajo o sus hogares.
Foto: La Prensa