Por Salomón Manzanares
Alarma internacional ha generado la reciente situación que atraviesa El Salvador, nación centroamericana que en las últimas semanas vive arrestos y amenazas en contra de periodistas y promotores de derechos humanos. Razón por la cual organizaciones de prensa se han pronunciado a fin de llamar la atención del gobierno de Nayib Bukele y evitar la censura.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) publicó que 40 periodistas han salido del país presionados por las acciones del Estado “como resultado del hostigamiento, intimidación y restricciones arbitrarias al ejercicio periodístico”.
Añade que “los periodistas forzados a huir provienen de diversos medios y han realizado investigaciones claves sobre abusos de derechos humanos, corrupción y falta de transparencia.
La salida masiva de profesionales de la prensa genera una profunda crisis de libertad de expresión y ha sembrado un clima de temor generalizado, afectando incluso a las familias de los periodistas exiliados”, según APES.
De acuerdo a la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, “la situación se ve agravada por la reciente aprobación de la Ley de Agentes Extranjeros, que representa una amenaza directa a la libertad de prensa y al trabajo de organizaciones independientes. Esta legislación impone restricciones severas y puede ser utilizada como herramienta de persecución contra quienes ejercen el periodismo o defienden derechos fundamentales”, así ha difundido un comunicado con fecha del 18 de junio pasado.
La SIP y 18 organizaciones internacionales de defensa de la libertad de prensa concluyen que “El Salvador atraviesa uno de los momentos más oscuros para la libertad de prensa desde el fin del conflicto armado, con altos niveles de autocensura y exilio forzado”. A la vez, señala que “el gobierno salvadoreño debe garantizar la integridad física y la libertad de todos los periodistas, y cesar inmediatamente cualquier forma de persecución, vigilancia o intimidación».
El Estado salvadoreño tiene la responsabilidad de aclarar públicamente las denuncias sobre listas de vigilancia y amenazas de captura, «y garantizar que no se están criminalizando voces críticas», dice la organización gremial. Agrega que la comunidad internacional, «se encuentra monitoreando de cerca la situación y reclama el respeto irrestricto a la libertad de prensa y expresión en El Salvador.El gobierno salvadoreño debe ofrecer garantías de seguridad para que las y los periodistas salvadoreños que se han visto forzados a desplazarse puedan regresar al país sin temor a ser perseguidos o judicializados”.
Entre las organizaciones firmantes figuran la Alianza de Medios de México, ARTICLE 19 México y Centroamérica, Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), Asociación Nacional de la Prensa (ANP) Chile, Associação Nacional de Jornais (ANJ) Brasil, Consejo de la Prensa Peruana (CPP).
Agenda Propia Nicaragua contactó a un docente universitario en Comunicación Social en Santa Ana, El Salvador, y sigilosamente dijo que “cuando asumió Bukele todos teníamos buenas expectativas. Pensamos que se podía avanzar en materia de libertad de prensa en incluso de expresión. Pero no quiero ser tan pesimista, ojalá y estas acciones se detengan y gire en otra dirección. Lo mejor sería que se permita el ejercicio libre de prensa, lo cual trae confianza en el gremio y en el estudiantado”.