Mujeres de ATC en País Vasco: «en Nicaragua no hay dictadura»

 

Redacción AP

 El pasado 29, 30 y 31 de marzo se realizó en Leioa, Bilbao y Donostia, ciudades al norte de España, un conversatorio entre mujeres centroamericanas y vascas sobre agroecología, microcréditos, feminismo campesino y popular. 

En la actividad promovida por la Asociación Elkarcredit (crédito solidario) según el banner publicitario, se presentó un vídeo sobre la escuela regional IALA IXIM ULEW cuyos ejes formativos son la agroecología, en la que participan mujeres y hombres jóvenes rurales de Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y República Dominicana.

La escuela implementada por Vía Campesina, una coordinadora de organizaciones campesinas, a la que pertenecen la ATC y FECORACEN de El Salvador, se ubica en una finca en Chontales, Juigalpa y es financiada por dicha Asociación con apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo (AVCD) y la Diputación Foral de Bizkaia.

Mayling Martínez y Marlen Sánchez representantes de la Asociación de Trabajadores del Campo (ATC) de Nicaragua junto a Guadalupe Esquivel (FEROCACEN) de El Salvador, expusieron acerca de las cooperativas de mujeres campesinas.

Con un discurso favorable a Ortega, el feminismo que expusieron las de la ATC fue un tanto extraño, dice Clara Murguialday, una feminista vasca con fuertes vínculos con Nicaragua desde los años 80. «Manejan el rollo sobre el patriarcado y la discriminación de las mujeres campesinas bastante bien… pero es una variante un tanto extraña de feminismo desde las bases campesinas por la unidad familiar y por la igualdad y el acceso de las mujeres a la dirección de las cooperativas, pero le llaman feminismo como le podrían llamar la cuestión de las campesinas», afirmó.

Murguialday quien asistió al conversatorio manifestó a Agenda Propia Nicaragua que durante el debate de la actividad en Bilbao, Martínez y Sánchez fueron interpeladas por feministas, nicaragüenses y vascas, para que hablaran de la situación actual en Nicaragua, la represión y el encarcelamiento de las personas presas políticas; y explicaran la persecución y cierre de organizaciones de mujeres y feministas. También se les pidió ahondaran del significado de su “feminismo campesino y popular”, y el apoyo de la ATC al régimen dictatorial de Ortega y Murillo.

Las nicaragüenses con posiciones pro Ortega, dijeron que en Nicaragua no existe dictadura. Tampoco aportaron datos específicos del acceso de las mujeres a la tierra en los últimos años, y más bien señalaron, según Murguialday, que “si esas personas están presas será por algo que han hecho”.

Las mujeres reconocieron que en Nicaragua existen problemas socioeconómicos debido a la crisis económica mundial, pero que eso no negaba los logros habidos con Ortega, y negaron que la migración también se haga por motivos políticos, “porque siempre ha habido migración económica de nicaragüenses a Costa Rica”, que su feminismo campesino y popular es “verdadero feminismo porque surge de la base y tiene base, no como otras organizaciones feministas que son solo teoría” argumentaron.

Las feministas nicaragüenses que viven en Bilbao, y que empezaban a «calentarse» con las mentiras expuestas ante un público vasco raquítico, insistieron en que la AVCD «hace cooperación con los impuestos que paga la ciudadanía vasca y que esta tiene derecho a saber quiénes y cómo utilizan esos recursos, y en qué contextos políticos actúan. Por otro lado, las ONGD vascas tienen un código de conducta que deben cumplir y en el cual se dice que no pueden cooperar con organizaciones que violan derechos humanos o que apoyan o son cómplices de gobiernos que lo hacen», comentó Murguialday. 

Murgialday les recordó que la AVCD sabe que no debe hacer cooperación con regímenes como el de Ortega-Murillo, que violan derechos humanos y cometen crímenes de lesa humanidad. Sin ir más lejos, el Gobierno Vasco concedió en 2021 el premio Ellacuría de Cooperación 2021 a la Articulación Feminista y a las Madres de Abril, por su lucha en favor de la democracia y la justicia sin impunidad en Nicaragua.

Elkarcredit comenzó su andadura en Nicaragua en 2004 dando putxitos (microcréditos) a “mujeres y jóvenes de áreas desfavorecidas de Nicaragua y El Salvador que podrían llevar a cabo iniciativas productivas para mejorar su situación y la de sus familias”. Para ello crearon Fondos de Crédito, con aportes “que las personas socias hacen a Elkarcredit, un aporte económico para poder llevar adelante esta preciosa tarea denominados Putxitos.

En la página web de la organización vasca con financiación de la cooperación al desarrollo, informa que está (o ha estado) ejecutando dos proyectos en Nicaragua que tienen que ver con la promoción de la agroecología, la soberanía alimentaria y el feminismo en Nicaragua, aprobado en 2020 por la Diputación Foral de Bizkaia; los ejes del segundo proyecto es la promoción de la mujer joven como lideresa en la transición hacia un modelo productivo sostenible y resiliente en las comunidades campesinas, aprobado en 2019 por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo.

La asociación Elkarcredit de Solidaridad es una ONGD vasca que nació en 2004, por decisión de otra más antigua denominada MUNDUBAT.

Tanto las feministas nicaragüenses radicadas y las exiliadas en Bilbao como las vascas fueron enfáticas en decir a las de la ATC que no les estaban diciendo la verdad.