Redacción Central

El municipio de Ocotal, a 314 kilómetros al norte de Managua, Nicaragua, es uno de los primeros lugares donde la policía nacional implementó de hecho la llamada policía voluntaria, la que por aprobación de la Ley a la Reforma Parcial de la Constitución Política de Nicaragua aprobada el 22 de noviembre de 2024, le asigna atribuciones como cuerpo auxiliar y de apoyo a la Policía Nacional.

De acuerdo a una nota de prensa de la institución sancionada por Estados Unidos, son “miles y miles de compañeros y compañeras”, que de manera voluntaria forman parte de la institución para defender la paz y la seguridad nacional. En el acto, presidido por el Primer Comisionado Francisco Díaz Madriz y autoridades locales se juramentó a 1,204 policías, todos con pantalón azul, camisetas blancas y capuchas negras, tipo “pasamontañas”. Igual procedimiento ha ocurrido en todos los departamentos del país.

Para Maximiliano Spenser Portocarrero Mejía, miembro juvenil de la oposición en el exilio, el gobierno nicaragüense busca alianzas estratégicas, “ellos necesitan su protección. En caso de una invasión u otra amenaza, la policía necesita tener sufrientes elementos para hacerles frentes de lucha… además con su discurso y acciones, para la población es un mensaje intimidatorio. La mayoría de los opositores tendrían más cuidado, porque en el contexto y la realidad sociopolítica hay que ser prevenidos». Añade que el fin de la dictadura es intimidar, «incluso se ha evaluado que pretenden hacer un censo casa a casa y así mantener controlada las acciones de la ciudadanía”, apunta Portocarrero.

En las plataformas de redes sociales de la institución al servicio de Daniel Ortega y la copresidenta Rosario Murillo, las reacciones de distintas personas usuarias son a favor que se haya creado la policía voluntaria, que según una fuente policial son oficialistas, sean policías encargados para hacer publicaciones o trabajadores del Estado. “Si vos ves, todas las reacciones o las opiniones que ahí hay, son positivas. Ninguna habla mal de la policía ni del gobierno. Lo que pasa es que por medio del engranaje y las áreas de informática es donde se hace el filtro, e incluso quienes opinan son trabajadores del Estado o de la institución, para demostrar una imagen positiva”, asegura.

Uriel Pineda abogado y consultor independiente sobre derechos humanos dijo a Agenda Propia que las la creación y juramentación de esta fuerza armada «voluntaria» genera mucha incertidumbre sobre su papel, «va a ser una fuerza paramilitar para hacer el trabajo sucio que se ha negado hacer el Ejército o la propia policía, o va a ser un contrapeso al accionar que pudiera tener tanto el Ejército o la propia policía a nivel de estructura institucional».

Por otro lado, señala que quien pudiera frenar las arbitrariedades del régimen es el Ejército pero la creación de esta nueva fuerza reconocida constitucionalmente, «puede dejar entredicho alguna acción que pudiesen atender un contexto puntual el Ejército y viene a desvanecer esa expectativa, apunta.

Jóvenes no quieren ser policías

Desde abril del año 2018 cuando el pueblo se insurreccionó en contra de las arbitrariedades de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, hubo una deserción considerable de policías con 10 o más años de trabajar para la institución y otros recién ingresados.

“¿Qué ha pasado? Los chavalos ya no quieren ser policías. Si te acordás antes había una euforia de querer ser policía, en los últimos años más bien creen que entrar a la institución es firmar una sentencia de muerte o de esclavitud, señala la fuente policial consultada

Policía que quiera irse la institución cae detenido

La fuente explica que hace un mes se dio la orden de dar de bajas a un montón de jóvenes de la delegación Ajax Delgado. «Muchos de ellos, anochecieron y no amanecieron. Se fueron incluso para Costa Rica y Panamá».

La decisión hizo ver a los mandos superiores que no hay suficiente personal y se revirtió la orden. «Los que se quedaron, pensaron irse después, pero no lograron la baja. Ahora si se van, los meten preso y pasan a proceso investigativo cauteloso», comenta.

Ante la falta de personal, la institución dejaba ingresar a cualquier persona sin tomar en cuenta los estudios o la capacidad física. «Incluso esa es la gran carencia que hay, porque en la delegación donde estoy, tenemos que redoblar los turnos”, señala la fuente.

Portocarrero Mejía, joven opositor considera que “están reclutando a jóvenes y adultos, los cuales no tienen ningún tipo de preparación física. Además cuentan les entregan un bono económico para que cumplan con su misión. Pero la gran mayoría oscilan entre las edades de 30 a 49 años”.

Sin embargo, para Octavio Álvarez Moreno, Coordinador de la FSLN en Madriz y Nueva Segovia, según manifestó en el acto institucional en Nueva Segovia, los grupos de encapuchados quienes con mano alzada juraron ser parte de las fuerzas del orden, “son formados por jóvenes campesinos, jóvenes productores, estudiantes, pero también con la experiencia insertada en su formación”.

En los sitios oficiales la policía han publicado fotografías donde se muestran a personas adultos mayores, lo cual se contradice con lo manifestado por los representantes partidarios. En su mayoría son ex policías y ex trabajadores del Estado con pensiones reducidas, algunos miembros de la Juventud Sandinista

En el año 2018 de acuerdo a informes de organismos de derechos humanos las fuerzas represivas parapoliciales y paramilitares fueron los responsables de asesinar a más de 350 personas que protestaban contra el régimen, mismos que demandaban la restitución de derechos cercenados por la pareja presidencial.

Foto portada: Policía Nacional