La poesía como denuncia social, una forma de resistencia

 La poesía siempre ha figurado en la historia de la humanidad. Ha formado parte de la vida de mucha gente alrededor del planeta. La poesía es una forma de resistencia, de modo de vida desde la posibilidad que cuenta lo que la verdadera historia no cuenta. 

Es una suerte de bitácora paralela con la que la humanidad cuenta y se ha identificado. La poesía vista desde la vertiente de lo social cobra vital importancia, porque dentro de su discurso estético se convierte en una denuncia social constante y permanente.

Nicaragua es un país de grandes poetas en lengua castellana. Figuras como Rubén Darío, Ernesto Cardenal, Salomón de la Selva y Sergio Ramírez, Gioconda Belli, Daysi Zamora.

 A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, la poesía centroamericana se caracterizó por acompañar e impulsar los movimientos sociales que buscaron transformar los sistemas políticos represivos y excluyentes. Con el fin de los conflictos armados en la región y el inicio del período que la crítica nombra la “postguerra”, con sus olas de desencanto y desilusión, la poesía pareció haber perdido el aliento poético de la protesta social. 

Pero la historia reciente del istmo no ha dado tregua a la necesidad de reorganizar las luchas sociales frente a las constantes agresiones del poder dominante. 

En aquella década de 1990, el discurso poético dio un giro radical en la medida en que la poesía pasa a abordar, bajo ángulos nuevos, universos íntimos, paisajes individuales, preocupaciones que tocan a los individuos contemporáneos en particular de las clases medias (sin que ello implique marginar a otros grupos sociales); se cuestionan las identidades fragmentadas en sociedades enajenantes, se reflexiona en torno a la escritura poética y lo inefable, el erotismo y la condición de la mujer en contextos sociales muy conservadores y machistas. 

El tema del amor y sus desilusiones y derrotas, de la soledad, de la nostalgia por un tiempo perdido, de las tragedias (grandes y pequeñas) de la existencia cotidiana constituyen algunas de las vetas por las que ha corrido la poesía de las últimas décadas.